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Libro de Buen Amor: 046D

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Libro de Buen Amor
de Arcipreste de Hita
Del castigo qu'el arçipreste da a las dueñas, e de los nombles del alcagüeta IV

Del castigo qu'el arçipreste da a las dueñas, e de los nombles del alcagüeta IV


Nunca digas nombre malo nin de fealdat,
llamatme buen amor, e faré yo lealtat,
ca de buena palabra, págase la vesindat,
el buen desir non cuesta más que la neçedat.»

Por amor de la vieja e por desir raçón,
buen amor dixe al libro e a ella toda saçón:
desque bien la guarde, ella me dio mucho don:
non ay pecado sin pena, nin bien sin galardón.

Fiso grand maestría et sotil travesura,
físose loca pública andando sin vestidura,
dixo luego la gente: «Dé Dios mala ventura
»a vieja de mal seso, que fase tal locura.»

Disen por cada cantón, que sea mal apreso,
quien nunca vieja loca creyese tal mal seso
de lo que ante creían, fue cada uno represo,
dixe yo: «En mano de vieja nunca di mejor beso.»

Fue a pocos de días amatada la fama,
a la dueña non la guardan su madre nin su ama;
torneme a mi vieja como a buena rama,
quien tal vieja toviere, guárdela como al alma.

Físose corredera de las que venden joyas,
ya vos dixe que éstas paran cabas et foyas,
non ay tales maestras como estas viejas troyas:
éstas dan la maçada: si as orejas, oyas.

Otrosí vos dixe, que estas tales buhonas
andan de casa en casa vendiendo muchas donas,
non se guarda d'ellas, están con las personas,
fasen con el su viento andar las ataonas.

La mi leal Urraca, que Dios me la mantenga,
tovo en lo que puso, non lo fas' toda menga,
dis: «Quiero me aventurar a quiquier que me venga,
»et faser que la pella en rodar non se tenga.

Agora es el tiempo, pues que ya non la guardan,
con mi buhonera de mí non se guardan,
quanto de vos dixieron, yo faré que lo padan,
ca do viejos non lidian, los cuervos non gradan.»

Si la enfechisó, o si le dio atincar,
o si le dio rainela, o si le dio mohalinar,
o si le dio ponçoña, o algund adamar,
mucho ayna la sopo de su seso sacar.

Como fase venir el señuelo al falcón,
así fiso venir Urraca la dueña al rincón,
ca dis' vos, amigo, que las fablas verdat son:
sé que el perro viejo non ladra a tocón.

Como es natural cosa el nasçer e el morir,
ovo por mal pecado la dueña a fallir,
murió a pocos días, non lo puedo desir:
Dios perdone su alma, e quiérala resçebir.

Con el triste quebranto et con el grand pesar
yo caí en la cama, e coydé peligrar,
pasaron bien dos días, que me non pud' levantar,
dixe yo: «¡Qué buen manjar, si non por el escotar!»