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Libro de Buen Amor: 085

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Libro de Buen Amor
de Arcipreste de Hita
Enxiemplo del león et del mur

Enxiemplo del león et del mur


Dormía el león pardo en la frida montaña,
en espesura tiene su cueva soterraña,
allí juegan de mures una presta compaña,
al león despertaron con su burla tamaña.

El león tomó uno, e queríalo matar,
el mur con el grand' miedo començol' a falagar:
'Señor', dis', 'non me mates, que non te podré fartar,
en tú darme la muerte non te puedes honrar.

¿Qué honra es al león, al fuerte, al poderoso,
matar un pequeño, al pobre, al coytoso?
Es deshonra et mengua e non vençer fermoso,
el que al mur vençe es loor vergonçoso.

Por ende vençer es honra a todo ome nasçido,
et maldat et pecado vençer al desfallido,
el vençedor ha honra del preçio del vencido,
su loor es atanto quanto es el debatido.'

El león d'estos dichos tóvose por pagado,
soltó al moresillo; el mur quando fue soltado,
diole muy muchas graçias e que l' sería mandado
en quanto él podiese, que l' serviríe de grado.

Fuese el mur al forado, el león fue a caçar,
andando en el monte ovo de entropesar,
cayó en grandes redes, non las podía retaçar,
envuelto pies e manos non se podía alçar.

Començó a querellarse, oyolo el muresillo,
fue a él, díxol': 'Señor, yo trayo buen cochillo,
con aquestos mis dientes rodré poco a poquillo
do están vuestras manos, faré un grand portillo.

Los vuestros blasos fuertes por allí los sacaredes,
abriendo e tirando las redes rasgaredes,
por mis chiquillos dientes vos hoy escaparedes,
perdonastes mi vida e vos por mí viviredes.'

Tú, rico poderoso, non quieras desechar,
al pobre, al menguado non lo quieras de ti echar,
puede faser serviçio quien no tiene que pechar,
el que non puede más, puede aprovechar.

Puede pequeña cosa et de poca valía
faser mucho provecho et dar grand' mejoría,
el que poder non tiene, oro, nin fidalguía,
tenga manera et seso, arte et sabidoría.»

Fue con esto la dueña ya quanto más pagada:
Vieja», dixo, «non temas, está bien segurada,
non conviene a dueña de ser tan denodada,
mas resçélome mucho de ser mal engañada.

Estas buenas palabras, estos dulçes falagos
non querría que fuesen a mí fiel et amargos,
como fueron al cuervo los dichos, los encargos
de la falsa raposa con sus malos trasfagos.