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Loa a El gran teatro del mundo/Loa

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Elenco
Loa a El gran teatro del mundo
de Pedro Calderón de la Barca
Loa

Loa

Sale ESPAÑA con un coro de danza.
MÚSICA:

Memoria de sus prodigios
hizo Dios sumo y clemente
en el día suyo, dando
sustento a los que le temen.

ESPAÑA:

Teatro insigne de Europa,
yo soy España, en quien tiene
su metrópoli la Fe,
la Religión su eminente
solio augusto, de quien es
basa el trono de mis reyes.
Y pues el día del Señor
en júbilos resplandece
más mi celo a todo el orbe
que mis acciones atiende.

ESPAÑA:

Y no hay en el orbe parte
adonde más se celebre
la institución del más alto
sacramento en este jueves,
haciendo en danzas y en himnos
culto también de lo alegre;
ni parte tampoco donde
con fiestas se represente
este misterio en los autos
con que festejarse suele.
A un auto nuevo os convido;
pues que a esto alude, parece,
aquel psalmo de David
en que está fundado este
himno que mis coros cantan,
y a esparcir al aire vuelve.

ELLA y MÚSICA:

Memoria de sus prodigios
hizo el sumo Dios clemente
en el día suyo, dando
sustento a los que le temen.

APOSTASÍA:

(Sale.)
Aguarda, aguarda, que a eso
mi curiosidad pretende
que mi escándalo te explique
un argumento.

ESPAÑA:

¿Quién eres?

APOSTASÍA:

Soy una nación del norte,
que entre sus dogmas defiende
la religión reformada.

ESPAÑA:

¿Cómo a mi corte te atreves,
sin que de aquel Tribunal
Supremo de la Fe tiembles
de la espada de dos cortes
los filos resplandecientes,
y no solo a estar en ella,
sino a argüir te resuelves
contra la fe en un teatro
tan público?

APOSTASÍA:

Porque quiere
la alegoría, que en mi
retórica comprehende
a toda la apostasía.
Que hoy tu celo me tolere
sin duda para mayor
blasón tuyo, si se advierte
que es personaje del triunfo
el contrario que se vence,
y mis argumentos más
este misterio engrandecen.

ESPAÑA:

Hecha esa salva (no a mí,
sino a los demás) di.

APOSTASÍA:

Atiende,
no solo me escandaliza
que un asumpto se festeje,
hoy en ti tan doloroso
como aquel que de la muerte
de Cristo, que lloró el mundo.
Nos renueva las especies,
siendo aquel un trance en que
todo el orbe se estremece,
los cielos se desencajan
y los dos polos se mueven
cuando esta máquina cruje,
en fe del dolor que sienten.

APOSTASÍA:

En fuego, tierra, aire y agua,
luces, flores, aves, peces,
pálidas, lánguidas, mustias,
porque su Rey le confiesen.
¡Oh, ya en relámpagos brillen!
¡Oh, ya giman en vaivenes!
¡Oh, ya en huracanes bramen!
¡Oh, ya en tempestades truenen!
Cuantas luces rayos vibren,
cuantos picos plumas peinen,
cuanta espuma perlas sude,
cuanta flor ámbar bostece,
no solo me escandaliza,
esto digo otra y mil veces,
sino que ya que a alegría
pasar el dolor intentes,
hagas representaciones
del dolor, donde se cree,
que quieres hoy hacer gala
de lo que Cristo padece.

APOSTASÍA:

No menos en esto extraño,
que esta opinión rara asientes
en el Psalmo de David,
que aunque dice claramente
que Dios hace cuando da
sustento a los que le temen,
memoria de sus milagros,
no esa memoria se infiere.
Sea representación,
pues antes della se entiende
que dando a la idea bulto
en figuras aparentes
es menester que el prodigio
se vea, porque se acuerde.

ESPAÑA:

Cuanto a lo primero hay
dos cosas que considere
en este misterio sacro;
una de Cristo la muerte,
cuyo dolor por dolor
traslada el rito a otro jueves;
y otra el efecto que della
y la Institución Solemne
del sacramento mayor
debajo de dos especies,
se siguió al género humano.
Esta segunda compete
solo al asumpto de hoy,
y esta es tal, que no se puede
explicar sin que en el gozo
los corazones se aneguen,
por cuya causa, una pluma
sagrada tanto se enciende
en celo deste misterio,
que porque della procede.

ESPAÑA:

Llamo feliz a la culpa
que tal Redemptor merece,
todo amor es interior,
gozo y más amor celeste,
que no hay en el alma espacio,
que de sus rayos no llene.
Este es misterio de amor,
pues Dios nos dijo que fuese
la última y mayor fineza
que ejecuta por las gentes,
mas se explica aquel amor,
que al centro no se contiene
del corazón, y al semblante
y a las acciones se vierte.
Y así Dios en alegrías
quiere que hoy solo se muestre
nuestro amor, y no en dolor,
porque en lo humano parecen
afectos incompatibles
lo compungido y lo ardiente.

ESPAÑA:

Cuanto a lo segundo, es fácil
que en la Escritura se pruebe
cuanto Dios en todos siglos
gustó de que el Cielo viese
autos del misterio de hoy.

APOSTASÍA:

¿Cómo puede ser?

LOS 2:

Atiende.
(Salen por un lado el TESTAMENTO ANTIGUO de barba, a lo Hebreo, y por otro el NUEVO, joven a lo Romano.)

ANTIGUO:

El Antiguo Testamento
soy, que desterrado duerme,
como quien desde hoy no sirve,
retirado a oculto albergue,
sino es que para mis sombras
el ingenio me despierte.

NUEVO:

Y yo el Testamento Nuevo
soy, que porque me concede
Dios al gentil, el romano
traje mi esplendor guarnece.

ANTIGUO:

El circular Coliseo
desta máquina terrestre
a quien cubre la techumbre
de ese artesón transparente,
para una comedia suya
dispuso Dios, donde fuese
su grandeza conocida
en los prodigios que ostente
el breve espacio que dure.
Pues según se comprehende
acá, es de su eternidad
el tiempo una tarde breve.

ANTIGUO:

Para una tarde del mundo
dispuso su poder este
teatro, que dividido
la mitad, hace que deje
a la Tierra, para que
máquinas en ella asienten,
de templos y de palacios,
de jardines y de fuentes,
y la otra mitad a tantas
perspectivas de bajeles,
como en scenas distintas
al teatro van y vienen.
La scena del aire ocupan,
porque más hermosa quede
las bambalinas de nubes,
que el sol en cambiantes vuelve,
ya se cele en tornasoles,
o ya en incendios se muestre

NUEVO:

Los celestes luminares
de Sol y Luna, y las leves
centellas con que tachona
todo el óvalo sus ejes,
son luces deste teatro.
Y en su esfera refulgente
el ingeniero es el tiempo,
que como al acto conviene,
ya con fulgores le aclara,
ya con truenos le obscurece,
ya las tempestades forma,
ya hace que el golfo serene
sus ondas, ya que bramando
al Cielo su espuma eleven,
y forma las mutaciones,
pues donde estaba la verde
confusión de unos jardines,
en la primavera fértil,
apenas empieza cano
a hacer su papel diciembre,
cuando se muda el teatro
en la pálida y estéril
hoja seca, que a los troncos
el cierzo a soplos repele.

NUEVO:

El monte que se ostentaba
en cándidas caduqueces
yerto y cano con la blanca
ancianidad de la nieve.
Papel de mozo el estío
hace, porque el sol ardiente,
o las canas le derrite,
o la edad le desvanece,
y él, en fin, lo muda todo:
imperios, cortes, poderes,
palacios, islas, montañas,
porque su inventiva ostente
en la comedia del siglo,
donde solo puede verse
lo aparatoso en lo vario,
lo hermoso en lo diferente.

(Sale LEY NATURAL.)
LEY NATURAL:

Dígalo yo, que la Ley
Natural soy, porque empiece
en mí el artificio desta
gran comedia que se teje.
Siendo su primer jornada,
que la mutación contiene
del jardín, que en un instante
en áspero monte vuelve,
donde el galán desta farsa
el alto poder destierre
por un delito de amor,
y en sus cumbres eminentes,
solo pan de sudor come,
agua de lágrimas bebe,
hasta que mude el teatro
de mar, donde solo puede
una tabla ser sagrado
de su zozobrada suerte.

(Sale ISAAC.)
ISAAC:

Y desta primer jornada,
Isaac repetiros puede
los actos del sacramento
que en sombras pudieron verse
en el cordero de Abel,
en pan y vino que ofrece
Melchisedech, y aun en mí
que vi el cuchillo a mis sienes,
y en otros que fueron sombras,
si a lo místico se atiende,
que en la primera jornada
su misterio representen.

LEY ESCRITA:

La Ley Escrita es segunda
jornada, donde se advierte
con la mutación de Egipto,
la del desierto, y contiene
en sí el cordero, el maná
y la vara de la sierpe,
Moisés, Gedeón y Aarón,
y otras figuras que deben
representar este acto.

SANSÓN:

De cuyas scenas héroe
puede ser Sansón mejor,
pues en la que le compete,
parece que fue su vida
entre alusivas especies
comedia del día de hoy.
Dígalo el ver que se muere
de amores de una gentil,
que le mata ingratamente.
Dígalo el ver que de Judas
la tribu también le vende.
Dígalo el ser nazareno
como Cristo, y que en su muerte
el templo profano arruine,
cuyo ídolo desvanece.
Dígalo, no solo el trigo
que atado a la piedra muele,
sino el panal que obligó
a que el enigma dijese.
Salió el manjar del que come,
y la dulzura del fuerte.

LEY DE GRACIA:

La Ley de Gracia es tercera
jornada, que más ostente
la mutación de ciudad
en los altos capiteles
de Jerusalén, en donde
con aparato solemne
llegó el acto a consumarse
y la idea a fenecerse.

NUEVO:

Habiendo tenido en ti,
porque el asumpto se llene,
las parábolas de Cristo
que son alusivamente
ciertas representaciones.

ANTIGUO:

Y la continuada serie
de todas las tres jornadas
advertiréis que se muestren
llenas de apariencias, hablen
tantas formas en que verse
dejó de Deidad la sombra,
ya en Iris que resplandece,
ya en fuego que no consume,
y ya en el maná que llueve.
Hasta que sobre el Jordán
se abrió el globo transparente,
de cuya apariencia sacra
cándida paloma vuele,
con que no hay en la Escritura
sombra o viso que no fuese
viva representación
del concepto de su mente.

APOSTASÍA:

Probado que gustó Dios,
como me habéis dicho siempre,
de que en sombras este acto
al mundo se represente.
¿Cómo figuras sagradas
al teatro sacar puede
la pluma atrevida?

ESPAÑA:

Como
el Pontífice en el breve,
en que desta Institución
la fiesta al orbe concede,
dice que dance la Fe,
que la Caridad se alegre,
y que la Esperanza cante,
explicando cuanto debe
este asumpto festejarse
y este bien encarecerse.

APOSTASÍA:

Y las figuras sagradas
es lícito que se empleen
en personas, que...

ESPAÑA:

No más,
Dios no puede comprehenderse,
y es fuerza para nosotros
que a nuestro modo se deje
concebir en formas que
más su grandeza revelen.
Todas son para explicarle
a su Deidad indecentes
igualmente, pues si en troncos
permite que le veneren,
y a un leño que signifique
su majestad le consiente,
¿qué criatura hay más noble
que el hombre? ¿qué humana especie
más le alude, ni quién más
le explicará reverente?
Pues es imagen de Dios
el hombre, sea el que fuere.

APOSTASÍA:

Convencido, tanto asumpto
será bien que yo festeje
en el auto.

ESPAÑA:

Sea, pues,
el que mi poder ofrece:
El Gran Teatro del Mundo,
nueva idea en que pretende
su ingenio, no que lo antiguo
con lo nuevo se coteje
sino que todos los doctos,
discretos como corteses,
no estén mal con lo que viven,
ni con el siglo que tienen,
pues jamás que hay en el suyo
cosa razonable creen.

APOSTASÍA:

Y que siendo este un misterio
que Dios incesantemente
le ejecuta cada día,
cada día también quiere
que le aplaudamos y que
sus alabanzas no cesen
por no ser el día suyo.
Pues también David previene
en sus psalmos que le alaben
en todos tiempos las gentes.

TODOS:

Con que los acentos todos
otra vez a decir vuelven.

TODOS y MÚSICA:

Memoria de sus prodigios
hizo el Sumo Dios clemente
en el día suyo, dando
sustento a los que le temen.