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Marcial Liber de spectaculis 1-33

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Marcial, Liber de spectaculis (1-33)
Traducción de
Mario Colago Sánchez

de Marcial



I - La maravilla del anfiteatro


Barbara pyramidum sileat miracula Memphis,
Assyrius iactet nec Babylona labor;
nec Triuiae templo molles laudentur Iones,
dissimulet Delon cornibus ara frequens
aere nec uacuo pendentia Mausolea 5
laudibus inmodicis Cares in astra ferant.
Omnis Caesareo cedit labor Amphitheatro,
unum pro cunctis fama loquetur opus.

Calle la bárbara Menfis las maravillas de sus pirámides,
ni el trabajo asirio profiera Babilonia;
ni se alaben los afeminados jonios con el templo de Diana,
que el altar numeroso en cuernos disimule Delos,
y que los carios no lleven hacia las estrellas, con elogios desmesurados,
el Mausoleo colgado en el aire vacío.
Todo esfuerzo debe ceder al anfiteatro del César;
la fama hablará únicamente de esta obra por todas.



II - Roma ha sido devuelta a Roma


Hic ubi sidereus propius uidet astra colossus
et crescunt media pegmata celsa uia,
inuidiosa feri radiabant atria regis
unaque iam tota stabat in urbe domus;
hic ubi conspicui uenerabilis Amphitheatri 5
erigitur moles, stagna Neronis erant;
hic ubi miramur uelocia munera thermas,
abstulerat miseris tecta superbus ager;
Claudia diffusas ubi porticus explicat umbras,
ultima pars aulae deficientis erat. 10
Reddita Roma sibi est et sunt te preside, Caesar,
deliciae populi, quae fuerant domini.

Aquí donde el coloso sidéreo ve más de cerca las estrellas
y se elevan en mitad de la vía altas máquinas de teatro,
irradiaban los atrios envidiables del cruel rey
y permanecía en pie ya una sola casa en toda Roma.
Aquí donde se erige la venerable mole del conspicuo anfiteatro,
estaban los estanques de Nerón.
Aquí donde admiramos las termas, obra rápida,
un campo soberbio había arrastrado las casas de los pobres.
Donde el pórtico de Claudio extiende sus dispersas sombras,
estaba la última parte del palacio real que faltaba.
Roma ha sido devuelta a sí misma y, contigo en el trono, César,
hace las delicias del pueblo que habían sido de su señor.



III - Todo el mundo viene a Roma


Quae tam seposita est, quae gens tam barbara, Caesar,
ex qua spectator non sit in urbe tua?
Venit ab Orpheo cultor Rhodopeius Haemo,
uenit et epolo Sarmata pastus equo,
et qui prima bibit deprensi flumina Nili, 5
et quem supremae Tethyos unda ferit;
festinauit Arabs, festinauere Sabaei,
et Cilices nimbis hic maduere suis.
Crinibus in nodum tortis uenere Sygambri,
atque aliter tortis crinibus Aethiopes. 10
Vox diuersa sonat populorum, tum tamen una est,
cum uerus patriae diceris esse pater.

¿Qué pueblo existe tan distante, qué raza tan bárbara, César,
de la que no haya espectador en tu ciudad?
Ha venido el cultivador de Ródope desde el Hemo de Orfeo;
ha venido también el sármata alimentado con la sangre de sus caballos;
y el que bebe las primeras aguas del Nilo conocido,
y aquél a quien golpea la ola del mar más remoto.
Se ha apresurado el árabe, se han apresurado los sabeos,
y los cilicios se han empapado aquí con sus propias lluvias torrenciales.
Han venido los sicambros con sus cabellos rizados a modo de nudo,
y los etíopes con sus cabellos rizados de otra manera.
La voz de estos pueblos suena diversa; sin embargo, hay una sola
cuando dicen que eres el verdadero padre de la patria.



IV - Paz y tranquilidad sin delatores


Turba grauis paci placidaeque inimica quieti,
quae semper miseras sollicitabat opes,
traducta est +Getulis+ nec cepit harena nocentis:
et delator habet quod dabat exilium.
Exulat Ausonia profugus delator ab urbe: 5
haec licet inpensis principis adnumeres.

La muchedumbre que no soporta la paz y contraria al plácido reposo,
la que siempre agitaba las lamentables riquezas,
ha sido trasladada a los gétulos y la arena no ha cogido a los culpables:
precisamente el delator tiene el destierro que él daba.
El delator, huido de la ciudad ausonia, está desterrado.
Esto puedes añadirlo a los gastos del emperador.



V - Verismo en los espectáculos


Iunctam Pasiphaen Dictaeo credite tauro:
uidimus, accepit fabula prisca fidem.
Nec se miretur, Caesar, longaeua uetustas:
quidquid fama canit, praestat harena tibi.

Debéis creer que Pasífae se ha unido al toro del monte Dicte:
lo hemos visto, el viejo mito ha recibido su autenticidad.
Y no se asombre de sí misma, César, la muy anciana antigüedad:
todo lo que la fama canta, te lo asegura la arena.



VI - Los dioses al servicio del emperador


Belliger inuictis quod Mars tibi seruit in armis,
non satis est, Caesar, seruit et ipsa Venus.

El hecho de que Marte, el dios de la guerra, se pone a tu servicio en armas invictas
no es suficiente, César; la mismísima Venus también te sirve.



VIb - Hércules superado por las mujeres


Prostratum uasta Nemees in ualle leonem
nobile et Herculeum fama canebat opus.
Prisca fides taceat: nam post tua munera, Caesar,
hoc iam femineo Marte fatemur agi.

La fama cantaba un trabajo célebre y propio de Hércules:
el león había sido abatido en el vasto valle de Nemea.
Calle la antigua fe; pues, después de tus juegos, oh César,
declaramos que esto lo hace ya un Marte femenino.



VII - Reproducción de un mito en el teatro


Qualiter in Scythica religatus rupe Prometheus
adsiduam nimio pectore pauit auem,
nuda Caledonia sic uiscera praebuit urso
non falsa pendens in cruce Laureolus.
Viuebant laceri membris stillantibus artus 5
inque omni nusquam corpore corpus erat.
Denique supplicium dignum tulit: ille parentis
uel domini iugulum foderat ense nocens,
templa uel arcano demens spoliauerat auro,
subdiderat saeuas uel tibi, Roma, faces. 10
Vicerat antiquae sceleratus crimina famae,
in quo, quae fuerat fabula, poena fuit.

Al igual que Prometeo, atado en la roca de Escitia,
alimentó con su hígado excesivo al águila residente,
así Lauréolo, colgado en una no falsa cruz,
presentó sus entrañas desnudas al oso de Caledonia.
Sus músculos destrozados vivían en sus miembros sangrantes,
y en todo su cuerpo no había cuerpo por ninguna parte.
Finalmente sufrió un castigo digno:
él, haciendo daño, había punzado con la espada el cuello de su padre o de su dueño;
o, demente, había despojado a los templos del oro sagrado;
o te había aplicado a ti, Roma, las crueles teas.
Había superado el criminal las acusaciones de la antigua fama;
lo que había sido un mito, fue un castigo en él.



VIII - ¡Quién las tuviera!


Daedale, Lucano cum sic lacereris ab urso,
quam cuperes pinnas nunc habuisse tuas!

Dédalo, ya que el oso de Lucania te lacera así,
¡cómo desearías haber tenido ahora tus alas!



IX - El rinoceronte


Praestitit exhibitus tota tibi, Caesar, harena
quae non promisit proelia rhinoceros.
O quam terribilis exarsit pronus in iras!
Quantus erat taurus, cui pila taurus erat!

Exhibido el rinoceronte por toda la arena del anfiteatro, te aseguró, César,
unos combates que no prometió.
¡Oh, cómo se inflamó inclinado a las terribles iras!
¡Cuán grande era el toro, para el que un toro era una pelota!



X - El león y el domador


Laeserat ingrato leo perfidus ore magistrum,
ausus tam notas contemerare manus,
sed dignas tanto persoluit crimine poenas,
et qui non tulerat uerbera, tela tulit.
Quos decet esse hominum tali sub principe mores, 5
qui iubet ingenium mitius esse feris!

Un león pérfido había herido con su boca ingrata a su cuidador,
atreviéndose a manchar las tan conocidas manos.
Pero ha pagado totalmente el castigo merecido por tan gran delito;
precisamente el que no había sufrido el látigo, sufrió los venablos.
¡Qué costumbres les serán decentes a los hombres bajo semejante príncipe,
que manda que las fieras tengan un temperamento más benigno!



XI - La caza del oso


Praeceps sanguinea dum se rotat ursus harena,
inplicitam uisco perdidit ille fugam.
Splendida iam tecto cessent uenabula ferro,
nec uolet excussa lancea torta manu;
deprendat uacuo uenator in aere praedam, 5
si captare feras aucupis arte placet.

Mientras un oso, cayendo de cabeza, rueda sobre sí por la ensangrentada arena,
él echó a perder la huida al enredarse con el muérdago.
Cesen ya los brillantes venablos de hierro oculto,
y no vuele la lanza disparada con la mano abierta.
Capture el cazador su presa en el aire vacío,
si causa placer dar caza a fieras con el arte del cazador de pájaros.



XII - El espectáculo de una cerda preñada


Inter Caesareae discrimina saeua Dianae
fixisset grauidam cum leuis hasta suem,
exiluit partus miserae de uulnere matris.
O Lucina ferox, hoc peperisse fuit?
Pluribus illa mori uoluisset saucia telis, 5
omnibus ut natis triste pateret iter.
Quis negat esse satum materno funere Bacchum?
sic genitum numen credite: nata fera est.

Entre los crueles momentos de caza del César,
al haber clavado una ligera asta a una cerda preñada,
salió un cerdito de la herida de la desgraciada madre.
¡Oh feroz Lucina!, ¿fue esto un parto?
Ella hubiera querido morir herida por más dardos,
para que un triste camino fuera accesible a todos sus hijos.
¿Quién niega que Baco nació por la muerte violenta de su madre?
Creed que un dios nació así, porque ha nacido una fiera.



XIII - El mismo asunto


Icta graui telo confossaque uulnere mater
sus pariter uitam perdidit atque dedit.
O quam certa fuit librato dextera ferro!
Hanc ego Lucinae credo fuisse manum.
Experta est numen moriens utriusque Dianae, 5
quaque soluta parens quaque perempta fera est.

Una cerda madre, herida por un dardo grave y atravesada por una punzada,
perdió y dio a la vez la vida.
¡Oh qué precisa fue la mano derecha que lanzó aquel hierro!
Yo creo que esta mano fue de Lucina.
La divinidad experimentó, muriendo, las dos Dianas:
una hace parir a una madre; la otra hace matar a una fiera.



XIV - El mismo asunto


Sus fera iam grauior maturi pignore uentris
emisit fetum, uolnere facta parens;
nec iacuit partus, sed matre cadente cucurrit.
O quantum est subitis casibus ingenium!

Una hembra de jabalí, ya más pesada por la prenda de su vientre maduro,
hizo salir una camada haciéndose madre por una herida;
y no quedó inerte la camada, sino que echó a correr al morir su madre.
¡Oh cuánta intuición existe en los sucesos imprevistos!



XV - Proezas de Carpóforo


Summa tuae, Meleagre, fuit quae gloria famae,
quantast Carpophori portio, fusus aper!
Ille et praecipiti uenabula condidit urso,
primus in Arctoi qui fuit arce poli,
strauit et ignota spectandum mole leonem, 5
herculeas potuit qui decuisse manus,
et uolucrem longo porrexit uulnere pardum.
Praemia cum tandem ferret, adhuc poterat.

¡Qué suma gloria tuvo tu fama, Meleagro;
cuán gran porción es la de Carpóforo! ¡Un jabalí derribado!
Él también encerró sus venablos en el oso que iba precipitado,
el primero que estuvo en la fortaleza del polo norte;
derribó también un león digno de ser contemplado por su mole desconocida,
que pudo haber sido decente a las manos de Hércules;
y derribó a un leopardo de un golpe largo.
Finalmente cuando lograba sus premios, ¡todavía le quedaban fuerzas!



XVI - Un toro "divinizado"


Raptus abit media quod ad aethera taurus harena,
non fuit hoc artis, sed pietatis opus.

El hecho de que un toro, arrebatado del centro de la arena del anfiteatro, parte hacia el cielo,
no fue esto obra del arte, sino de la piedad.



XVIb - Un toro en el anfiteatro


Vexerat Europen fraterna per aequora taurus:
at nunc Alciden taurus in astra tulit.
Caesaris atque Iouis confer nunc, fama, iuuencos:
par onus ut tulerint, altius iste tulit.

Un toro había transportado a Europa por los mares, reino de su hermano;
pero ahora un toro ha llevado a Hércules hacia las estrellas.
Junta ahora, oh fama, los novillos de César y de Júpiter:
ése llevó más alto el peso que ambos tomaron igual.



XVII - Los animales reconocen la divinidad del emperador


Quod pius et supplex elephas te, Caesar, adorat
hic modo qui tauro tam metuendus erat,
non facit hoc iussus, nulloque docente magistro,
crede mihi, nostrum sentit et ille deum.

El hecho de que, piadoso y suplicante, te venera, César, un elefante,
éste que hace poco había de ser tan temido para un toro,
esto no lo hace mandado ni por la enseñanza de ningún domador;
créeme, también él aprecia a nuestro dios.



XVIII - Tigre y león


Lambere securi dextram consueta magistri
tigris, ab Hyrcano gloria rara iugo,
saeua ferum rabido lacerauit dente leonem:
res noua, non ullis cognita temporibus.
Ausa est tale nihil, siluis dum uixit in altis: 5
postquam inter nos est, plus feritatis habet.

Acostumbrado a lamer la mano derecha de su tranquilo domador,
un tigre, gloria extraordinaria de la cima hircana,
ha lacerado cruel con furioso diente a un león salvaje:
realidad nueva, no conocida por ninguno de los siglos pasados.
No osó nada semejante mientras vivía en las profundas selvas:
tiene más de ferocidad desde que está con nosotros.



XIX - Toro y elefante


Qui modo per totam flammis stimulatus harenam
sustulerat raptas taurus in astra pilas.
Occubuit tandem cornuto adore petitus,
dum facilem tolli sic elephanta putat.

Un toro, al que hace poco las llamas estimularon,
sometía por toda la arena del anfiteatro a las pelotas, llevadas hacia las estrellas.
Sucumbió finalmente al ser atacado por una espelta con cuernos,
cuando pensaba que era así de fácil levantar un elefante.



XX - Bondad del emperador


Cum peteret pars haec Myrinum, pars illa Triumphum,
promisit pariter Caesar utraque manu.
Non potuit melius litem finire iocosam.
O dulce inuicti principis ingenium!

Al reclamar esta parte [del anfiteatro] a Mirino y aquella parte a Triunfo,
el César hizo el voto con ambas manos a la vez.
No pudo poner un fin mejor al jocoso litigio.
¡Oh qué dulce disposición la de nuestro invicto emperador!



XXI - Orfeo despedazado por un oso


Quidquid in Orpheo Rhodope spectasse theatro
dicitur, exhibuit, Caesar, harena tibi.
Repserunt scopuli mirandaque silua cucurrit,
quale fuisse nemus creditur Hesperidum.
Adfuit inmixtum pecori genus omne ferarum 5
et supra uatem multa pependit auis,
ipse sed ingrato iacuit laceratus ab urso.
Haec tantum res est facta [par' 'istorian].

Se dice que todo lo que Ródope contempló en el teatro de Orfeo,
te lo presentó, oh César, la arena.
Se deslizaron rocas y corrió un bosque prodigioso,
como se cree que fue el bosque consagrado a las Hespérides.
Estuvo presente todo tipo de fieras mezclado con el ganado
y sobre el poeta planeó una gran cantidad de aves,
pero él yació lacerado por un oso ingrato.
Solamente este acontecimiento sucedió contra el relato.



XXIb - El mismo tema


Orphea quod subito tellus emisit hiatu
ursam elisuram, uenit ab Eurydice.

El hecho de que la Tierra hizo salir por una grieta imprevista
a la osa que iba a triturar a Orfeo, vino de Eurídice.



XXII - Rinoceronte y oso


Sollicitant pauidi dum rhinocerota magistri
seque diu magnae colligit ira ferae,
desperabantur promissi proelia Martis;
sed tandem rediit cognitus ante furor.
Namque grauem cornu gemino sic extulit ursum, 5
iactat ut inpositas taurus in astra pilas.

Mientras los domadores agitaban llenos de pavor a un rinoceronte
y se concentraba durante largo tiempo la ira de la gran fiera,
estaban desesperados de prometer los combates de Marte;
pero finalmente volvió el furor que se le conocía de antes.
Pues, con su doble cuerno, así sacó a un pesado oso:
como un toro arroja hacia las estrellas las pelotas que le ponen.



XXIII - Un rinoceronte tan certero como Carpóforo


Norica tam certo uenabula dirigit ictu
fortis adhuc teneri dextera Carpophori.
Ille tulit geminos facili ceruice iuuencos,
illi cessit atrox bubalus atque uison:
hunc leo cum fugeret, praeceps in tela cucurrit. 5
I nunc et lentas corripe, turba, moras!

Con un golpe tan preciso lanza
la fuerte mano derecha del todavía joven Carpóforo los venablos de Nórica.
Aquél levantó con su cómoda cerviz un par de novillos;
ante él se rindieron un feroz búbalo y un bisonte.
Al huir de él un león, corrió de cabeza hacia los dardos.
¡Ve ahora y acusa, populacho, la duradera tardanza!



XXIV - Naumaquia


Si quis ades longis serus spectator ab oris,
cui lux prima sacri muneris ista fuit,
ne te decipiat ratibus naualis Enyo
et par unda fretis, hic modo terra fuit.
Non credis? specta, dum lassant aequora Martem: 5
parua mora est, dices 'Hic modo pontus erat.'

Asiste, si hay algún espectador retrasado de las lejanas costas,
para el que éste ha sido su primer día de sagrado espectáculo público;
que no te engañe la Enío naval con sus barcos,
y la ola igual a la de los mares: aquí hace poco hubo tierra seca.
¿No me crees? Mira el espectáculo mientras las superficies del mar cansan a Marte:
poco después dirás: "aquí hace un instante había mar".



XXV - Una ola compasiva


Quod nocturna tibi, Leandre, pepercerit unda
desine mirari: Caesaris unda fuit.

Deja de admirar, Leandro, el hecho de que la ola nocturna haya tenido consideración contigo:
fue una ola de César.



XXVb - Leandro sobre las olas


Cum peteret dulces audax Leandros amores
et fessus tumidis iam premeretur aquis,
sic miser instantes adfatus dicitur undas:
'Parcite dum propero, mergite cum redeo.'

Al dirigirse el audaz Leandro hacia sus dulces amores
y después de que, cansado, las hinchadas aguas lo oprimieran,
se dice que el desgraciado se dirigió de palabra así a las amenazantes olas:
"Perdonadme mientras me apresuro; sumergidme cuando regrese".



XXVI - Danza de las Nereidas


Lusit Nereidum docilis chorus aequore toto
et uario faciles ordine pinxit aquas.
Fuscina dente minax recto fuit, ancora curuo:
credidimus remum credidimusque ratem,
et gratum nautis sidus fulgere Laconum 5
lataque perspicuo uela tumere sinu.
Quis tantas liquidis artes inuenit in undis?
aut docuit lusus hos Thetis aut didicit.

Un dócil coro de Nereidas se puso a jugar por toda la superficie del mar,
y decoró las cómodas aguas en orden variado.
Hubo un amenazador tridente de diente recto y una áncora de diente curvo:
nos imaginamos remo y una balsa
y que brillaba la constelación de los Laconios, grata a los navegantes,
y que se henchían las anchas velas de sinuosidad bien visible.
¿Quién halló tantas grandes artes en las límpidas aguas?
O Tetis enseñó estos juegos o los aprendió.



XXVII - De nuevo Carpóforo


Saecula Carpophorum, Caesar, si prisca tulissent,
non Porthaoniam barbara terra feram,
non Marathon taurum, Nemee frondosa leonem,
Arcas Maenalium non timuisset aprum.
Hoc armante manus hydrae mors una fuisset, 5
huic percussa foret tota Chimaera semel.
Igniferos possit sine Colchide iungere tauros,
possit utramque feram uincere Pasiphaes.
Si uetus aequorei reuocetur fabula monstri,
Hesionen soluet solus et Andromedan. 10
Herculeae laudis numeretur gloria: plus est
bis denas pariter perdomuisse feras.

Si la antigüedad hubiera producido un Carpóforo, César,
la tierra bárbara no habría temido a la fiera partaonia,
ni Maratón al toro, ni la frondosa Nemea al león,
ni Arcadia al jabalí menalio.
Armando éste sus manos, la Hidra hubiera tenido una sola muerte;
éste tendría abatida a la Quimera entera de un solo golpe.
Podría unir a los toros igníferos, sin la ayuda de Medea;
podría vencer a cada una de las dos fieras de Pasífae.
Si se vuelve a dar vida al viejo mito del monstruo marino,
él solo liberaría a Hesíone y a Andrómeda.
Contemos la gloria del elogio de Hércules: más es
haber subyugado a veinte fieras de una vez.



XXVIII - Naumaquias


Augusti labor hic fuerat committere classes
et freta nauali sollicitare tuba.
Caesaris haec nostri pars est quota? uidit in undis
et Thetis ignotas et Galatea feras;
uidit in aequoreo feruentes puluere currus 5
et domini Triton isse putauit equos:
dumque parat saeuis ratibus fera proelia Nereus,
horruit in liquidis ire pedestris aquis.
Quidquid et in Circo spectatur et Amphitheatro,
id diues, Caesar, praestitit unda tibi. 10
Fucinus et diri taceantur stagna Neronis:
hanc norint unam saecula naumachiam.

Había sido empresa de Augusto reunir aquí las flotas
y agitar los mares con la trompeta naval.
¿En cuánto esta parte es de nuestro César?
Tanto Tetis como Galatea han visto en las olas fieras desconocidas;
Tritón ha visto en el polvo del mar carros ardientes,
y ha pensado que iban los caballos de su señor;
y mientras Nereo prepara los salvajes combates con los navíos enfurecidos,
se ha horrorizado al ir a pie sobre las límpidas aguas.
Todo lo que se contempla tanto en el circo como en el anfiteatro,
te lo asegura, oh César, la rica ola.
No hablemos de Fucino ni de los estanques del terrible Nerón:
que los siglos conozcan esta sola naumaquia.



XXIX - Vencedores ambos


Cum traheret Priscus, traheret certamina Verus,
esset et aequalis Mars utriusque diu,
missio saepe uiris magno clamore petita est;
sed Caesar legi paruit ipse suae; -
lex erat, ad digitum posita concurrere parma: - 5
quod licuit, lances donaque saepe dedit.
Inuentus tamen est finis discriminis aequi:
pugnauere pares, subcubuere pares.
Misit utrique rudes et palmas Caesar utrique:
hoc pretium uirtus ingeniosa tulit. 10
Contigit hoc nullo nisi te sub principe, Caesar:
cum duo pugnarent, uictor uterque fuit.

Al prolongar la contienda Prisco, al prolongarla Vero,
y al estar igualado el combate de ambos durante largo tiempo,
se pidió reiteradamente y con gran griterío el licenciamiento a los dos soldados;
pero el mismísimo César obedeció a su propia norma:
la norma era luchar, dejando el broquel, hasta que uno de ellos levantase el dedo.
Lo cual estuvo permitido, porque les dio a menudo platos y regalos.
Sin embargo, se encontró un límite al combate igualado:
lucharon iguales, se rindieron iguales.
César envió a uno y otro la vara [de la licencia] y a uno y otro los emblemas de victoria:
su valor denodado llevó esta recompensa.
Esto no le sucedió a nadie sino bajo tu reinado de emperador, oh César:
que al luchar dos, uno y otro fue vencedor.



XXX - Las fieras ante el emperador


Concita ueloces fugeret cum damma Molossos
et uaria lentas necteret arte moras,
Caesaris ante pedes supplex similisque roganti
constitit, et praedam non tetigere canes.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
haec intellecto principe dona tulit.
Numen habet Caesar: sacra est haec, sacra potestas,
credite: mentiri non didicere ferae.

Al huir rápido un gamo de unos veloces molosos
y al urdir con distinta estrategia motivos de duradera tardanza,
se detuvo, suplicante y parecido al que ruega, ante los pies de César,
y los perros no tocaron su presa...
Obtuvo estos favores por reconocer al emperador.
César tiene divinidad: esto es sagrado, sagrado es su poder,
creedlo: las fieras no han aprendido mentir.



XXXI - Halagos improvisados


Da ueniam subitis: non displicuisse meretur,
festinat, Caesar, qui placuisse tibi.

Perdona, César, las improvisaciones: no merece desagradarte
el que se da prisa por agradarte.



XXXII - La dulce derrota y la victoria insoportable


Cedere maiori uirtutis fama secunda est.
Illa grauis palma est, quam minor hostis habet.

El ceder ante uno de mayor rango es fama favorable de la perfección moral.
Aquella victoria es insoportable: la que tiene un adversario de menor rango.



XXXIII - Grandeza de Domiciano


Flauia gens, quantum tibi tertius abstulit heres!
paene fuit tanti, non habuisse duos.

Dinastía Flavia, ¡cuánto te ha quitado tu tercer heredero!
¡Casi fue preferible que no hubieras tenido a los otros dos!






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