Marcio, yo amé y arrepentíme amando
Apariencia
- Soneto 50
Marcio, yo amé, y arrepentíme amando de ver mal empleado el amor mío; quise olvidar, y del olvido el río huyóme como a Tántalo, en llegando. Remedios vanos sin cesar probando, venció mi amor, creció mi desvarío; dos veces por aquí pasó el estío, y el sol, nunca mis lágrimas secando. Marcio, ausentéme; y, en ausencia, un día miráronme unos ojos y mirélos; no sé si fue su estrella, o fue la mía. Azules son; sin duda son dos cielos que han hecho lo que un cielo no podía: vida me da su luz; su color, celos.