Mariposa de la sierra
Apariencia
- A Juan Ramón Jiménez, por su libro Platero y yo
¿No eres tú, mariposa, el alma de estas sierras solitarias, de sus barrancos hondos y de sus cumbres agrias? Para que tú nacieras, con su varita mágica a las tormentas de la piedra, un día, mandó callar un hada, y encadenó los montes para que tú volaras. Anaranjada y negra, morenita y dorada, mariposa montés, sobre el romero plegadas las alillas o, voltarias, jugando con el sol, o sobre un rayo de sol crucificadas. ¡Mariposa montés y campesina, mariposa serrana, nadie ha pintado tu color; tú vives tu color y tus alas en el aire, en el sol, sobre el romero, tan libre, tan salada! ... Que Juan Ramón Jiménez pulse por ti su líra francíscana. Sierra de Cazorla, 28 de mayo de 1915