Matilde, no te espantes que Felino
Apariencia
- Soneto 180
Matilde, no te espantes que Felino ame a Valeria en público y secreto, que el albedrío no ha de estar sujeto y cada cual lo vive a su destino. ¿Qué nombre pierdes? ¿qué valor divino? ¿qué estimación? ¿qué prendas? ¿qué conceto? ¿quién fue tu fundador? ¿quién tu arquitecto? ¿qué Alejandro? ¿qué Rómulo? ¿qué Nino? Así naciste, así es razón que seas, deja que goce lo que más le agrada; y si vivir sin él no te conviene, mátate como Elisa la de Eneas, que aunque Felino no te deja espada, basta el dolor para quien honra tiene.