Monografía del Cantón Paccha
Monografía del Cantón Paccha
DATOS HISTÓRICOS DE LA PARROQUIA DE PACCHA.- En Auto y Decreto de la Ciudad de San Francisco de Quito, expedido el 13 de Julio de 1709, documento legalmente rubricado que había sido encontrado por el señor Elíseo Peña, en la cabecera Parroquial y publicado, posteriormente, por el señor Alcides Espinosa Ordóñez en 1946 en el periódico EL CAMPAMENTO que se editaba en Zaruma, en su parte más esencial dice lo siguiente: "En la Ciudad de San Francisco de Quito, en trece días del mes de Julio de Mil Setecientos y Nueve Años, el señor D. Juan de Loayza, Caballero de la Orden de Santiago y del Consejo de su Majestad, Presidente de la Rea! Audiencia, Gobernador y Capitán General de esta Provincia.
Habiendo visto los Autos de Protector General de los Indios Naturales del Pueblo de Paceña, Jurisdicción de la Villa de San Antonio de Zaruma, sobre la pretensión de la Mudanza y Traslación de dicho Pueblo del Sitio de Haripoto, a los Zuy-Zuo y Zurimpalta y en conformidad de lo expuesto por el Maestro D. Marcos de Veintimilla, Cura beneficiado del Pueblo de Manú, autorizo y mando se proceda a demoler la actual población y trasladarla a los sitios mencionados, debiendo intervenir en esta traslación, para el mejor efecto, ordenanza y armonía de dichos indios, la persona o personas de la Villa de San Antonio de Zaruma, que legalmente quedan comisionados según consta "en este" Auto.- Cítase al Cacique o Caciques de dicho pueblo de Paccha".
De conformidad con el documento transcrito, el nuevo Pueblo de Paccha tiene hasta esta fecha 267 años, de su segunda fundación en el Sitio en donde hoy se encuentra. La primera fundación en el lugar llamado, generalmente, Pueblo Viejo, situado hacia el Norte de la actual población, a cinco kilómetros de distancia, en el primitivo Sitio de HARIPOTO, así llamado por los Cañaris, se ha calculado fue realizada durante el reinado de Atahualpa.
En el Auto y Decreto de la Real Audiencia de Quito, que anotamos en líneas precedentes, aparece equivocadamente, que fue expedido por orden de Juan de Loayza, en calidad de Presidente de la Real Audiencia ^de Quito. Rectificamos este dato, aclarando que, el Presidente de la Real Audiencia de Quito, durante el año de la segunda fundación de Paccha (1709), fue Don Juan de Sosaya, oriundo de Navarra y que fue sucesor del Ledo. Don Francisco Dicastillo, y no Juan de Loayza que nunca fue Presidente. Sosaya sirvió como Presidente de la Real Audiencia de Quito, en tiempo de Felipe V., gobernando hasta 1714. La rectificación del error que apareció en el artículo publicado en el periódico "EL CAMPAMENTO", de carácter tipográfico, indudablemente, se ha hecho de acuerdo con la verdadera fuente histórica que nos da González; Suárez en su Historia, Tomo 49, capítulo 17 y páginas 391-392-409.
SUPERFICIE DE LA PARROQUIA.- Según los Censos nacionales de 1974, la superficie es de 92 Km2.; con una población total de 3.694 habitantes y 752 viviendas.
SITUACIÓN.- La parroquia de Paccha, se halla situada dentro del ángulo formado por los Ríos: Palto, hacia el lado oriental, que es afluente del Río Salado, llamado también Piedras Verdes, denominado así por correr sus aguas al pie del Barrio de Piedras Verdes; y, el Río Bono al suroeste. La unión de estos dos ríos en la playa de Bledos, a un kilómetro de distancia, más o menos, del puente de este nombre, forma el vértice del ángulo que encierra el área parroquial. La Parroquia de Paccha, como la de Ayapamba, Huertas, Malvas, se halla situada dentro de los dos grandes ramales de Cordilleras que forman la amplia Hoya de Zaruma, ubicándose la Parroquia de nuestro estudio hacia el noroeste de las últimas estribaciones de los ramales interiores de la Hoya, denominados Palto y Pingllo, que se desprenden de la Cordillera de Dumarí.
LÍMITES.- AL NORTE: Desde la Cordillera del Cerro Saladillo, el divisor de la Cordillera de Chillacocha hacia el Este, hasta su unión orográfica con la Cordillera de Pingllo.
AL ESTE: De esta unión orográfica, el divisor de la Cordillera de Pingllo al Sur y su extensión hasta alcanzar el curso de la Quebrada Chinoñas (debe ser Chilola). De esta Quebrada, aguas abajo, hasta su afluencia con el Río Salado; el Río Salado, aguas abajo, hasta su continuación con el Río Bono, formadores del Río Calera.
AL SUR: De esta confluencia, el Río Bono, aguas arriba, hasta su confluencia de sus Quebradas formadoras, las Quebradas Honda y Changuro; de esta confluencia, la Quebrada Changuro, aguas arriba, hasta su naciente Sur.
AL OESTE: De la naciente Sur de la Quebrada Changuro, el divisor de las Cordilleras de Santa Bárbara y Dumarí hacia el Norte, hasta alcanzar la cumbre del Cerro Saladillo.
CLIMA Y PAISAJE DE PACCHA.- La población de la cabecera parroquial está a una altura de 1.570 metros sobre el nivel del mar, con un clima templado, agradable y sano.
La bondad del clima de Paccha, el mejor de la Provincia, durante los meses de verano, esencialmente, ha sido ya una invitación cordial al TURISMO hacia este pueblo hospitalario por tradición y trabajador por herencia de sus antepasados. Muchas familias están tratando de llegar a Paccha, para gozar de su clima reparador de energías físicas y psíquicas, porque, además de constituir la rehabilitación orgánica, la plenitud de la salud y el vigor de las energías; ofrece una variada gama de luz y color, de impresiones tonificantes de su ambiente Geo-sociológico. En verano, repetimos, Paccha se muestra como un gran escenario, que abre sus cortinas hacia horizontes completamente azules, risueños y llenos de vida completa hasta en el palpitar de los seres más pequeños. Durante el día, el sol abraza íntegramente a este girón de suelo ecuatoriano, para tonificarlo y levantarlo como un lugar de recuperación física y moral. El sol llega hasta los mismos linderos de la noche, con una claridad rojiza e intensa, inundando, de gozo hasta los últimos momentos de su ocaso. Al caer la noche, se presenta otro maravilloso escenario que hace continuar la euforia de su población, al mirar un cielo brillante y enjoyado con una vasta pedrería de estrellas, que impresionan las retinas como verdaderas cascadas de luz diamantina, en medio de una luna que nunca se cubre de velos ni de cielos nublados.
Paccha, además de la fertilidad de su suelo, tiene su CLIMA, su PAISAJE y su GENIO POPULAR DECANTADO POR LOS SIGLOS, traducido en costumbrismos pintorescos y en arte folklórico. El clima de Paccha es su mina inagotable, que todavía permanece inexplotada por los demás pueblos, la misma que tiene como yacimientos las entrañas de esta tierra privilegiada de la Patria, para la rehabilitación humana, porque Paccha es un rincón sugestivo-maternal que prodiga mimos y caricias a todos los que llegan a sus lares; y es, a la vez, un pedazo de suelo que sirve para el reposorio y la terapia espiritual; el verdadero bálsamo para aliviar el cuerpo y las heridas morales del éxodo, producidas por este siglo de conmoción e insurgencias revolucionarias.
EL RECLAMO DE PACCHA.- Desde el año de 1945 se iniciaron los trabajos de la construcción de la Carretera Zaruma-Paccha-Pasaje y hasta este año permanece con 30 kilómetros debidamente afirmados y lastrados, o sea la distancia entre Zaruma y Paccha. Con este kilometraje han transcurrido 32 años hasta el presente. Lo que falta para llegar a Pasaje son TREINTA KILOMETROS, desde la Cordillera de Daucay, que queda al Norte de Paccha.
La construcción de esta carretera, constituye una vieja aspiración para estos pueblos de la parte oriental de la Provincia, como para los Cantones de Máchala y Pasaje, toda vez que, para los primeros favorece una salida directa al mar, y, por consiguiente, un enlace con los centros de mercado del resto de la República; para los segundos, o sea los costaneros, significaría una corriente vital de riquezas con la ganadería y cultivos principales, entre ellos el banano.
Por estas razones, el clamor unánime de estos pueblos, es llegar a la Costa para unirse con Puerto Bolívar, la llave económica y turística de la Provincia de El Oro y Loja. Esta obra vial, además de facilitar el cauce de un intercambio de bienestar material y cultural; para vincular materialmente y espiritualmente las zonas subtropicales de la Hoya de Zaruma, con las costaneras y, por consiguiente, con las rutas del Pacífico y sistemas fluviales navegables, tiene en sí una mina inagotable para la explotación de grandes riquezas, traducidas en maderas de construcción y grandes extensiones de tierras para extensos cultivos de banano, café y caña de azúcar, productos que hacen actualmente el índice de la riqueza de esta Provincia, facilitando, a la vez, una rápida movilización con un tiempo mínimo de hora y media, en vez de seis horas que se hace actualmente por la carretera Panamericana, a la cual, tanto Zaruma como los demás pueblos de su Cantón, están solamente enlazados con ramales de carreteras que prestan servicios, especialmente, en la época de verano.
Una razón más, para insistir en la pronta construcción de esta carretera, la ha venido a reforzar el trabajo de la carretera que hace una rectificación, inconveniente, a la Carretera Panamericana, desde Veracruz hasta Saracay. El trabajo de esta vía que está apoyada por los lojanos, se sostiene con el argumento de ser una vía recta con economía de más de treinta kilómetros en su recorrido. Es verdad que esta carretera rectificadora pasa por zonas agrícolas y traza una recta hasta Saracay; con economía de tiempo; sin embargo, no se justifica, porque acarrearía perjuicios a Zaruma, Pinas y Portovelo, ya que dejaría a estos pueblos en completo aislamiento y abandonados por sus importantes centros comerciales, agrícolas y de su cultura tradicional. Sería algo contradictorio, porque mientras las vías llevan la tendencia y finalidad de enlazar a los pueblos, para solucionar sus problemas y abrirlos a los corrientes turísticas y de cultura; con esta carretera rectificadora, se trata aislar a tres pueblos por donde hoy pasa la Panamericana.
Una vez más, se hace imperativa la resolución de construir la Carretera ZARUMA - PACCHA - PASAJE, para proclamar la unión y redimir a nuestros pueblos, bajo el denominador común de un solo espíritu fraternal.
El señor Alcides Espinosa Ordóñez, de silueta amable, con sonrisa siempre en los labios y espíritu sin pretensiones, ha servido a su patria chica con especial interés de patriota; con características fervientes de ecuatoriano y órense, que le han llevado a ocupar sitiales de pleno civismo, tales como. Teniente Político de la Parroquia de Paccha; Concejal del Cantón; Representante del Municipio ante la Compañía "CIMA", de Portovelo; Colector del Colegio "Santa Teresita", cuando fue particular. Su primera educación la cursó en su lugar natal y la Secundaria en Cuenca.
La vida del señor Alcides Espinosa Ordóñez se ha definido acogedora y comprensiva de todos los anhelos y aspiraciones de su pueblo. Lo hemos visto siempre haciendo filas en las nobles jornadas de progreso de Paccha, a la cabeza de los luchadores, de los sacrificados y de los apóstoles del amor patrio. Es el ciudadano probo y honrado, activo y esforzado en las tareas de su hogar y de la sociedad a la que se pertenece; dinámico y talentoso, que jamás ha torcido la línea recta de la moral y pulcritud. Está dejando con su esposa dos tesoros esmeradamente inventariados con todo éxito: la educación de sus hijos, ya meritoria y de arquitectura profesional; y, su nombre impoluto, honrado, prestigioso y modelo para su familia y la comunidad ciudadana.
Contrajo matrimonio el 24 de Octubre de 1937 con la distinguida señora Clemencia Pereira Matamoros, siendo su hogar el trono robusto de una distinguida descendencia de hijos profesionales y en camino de superación: Dr. Juan Cristóbal, actual Párroco Vicario de Macará; Isabel Esmeralda, casada y residente en su cuna natal; Milton París, estudiante en la universidad de Guayaquil; Carmen Juanita, Carmelita en el Monasterio de Playas (Guayas); Daniel Remigio, Bachiller en Humanidades Modernas, del Colegio "Ángel Tinoco Ruiz; y, Camilo Alfonso Espinosa Pereira, que cursa el Sexto año en el mismo Colegio Técnico "Ángel Tinoco Ruiz", de Paccha.
Sean nuestras palabras finales, traducidlas como un cordial homenaje al matrimonio ejemplar, sin mancha, y a un patriota que ha realizado una magna obra con el fruto de su esfuerzo y talento, y, con un nombre que ya tiene luz propia para alumbrar todos los caminos de la Patria Chica.
Referencias
[editar]Tomado de los textos originales que reposan en el Archivo Histórico de El Oro, de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo El Oro, el 27 de enero del 2015.Transcrito para su versión digital por Amparito Espinoza Rojas, asistente administrativa del Archivo Histórico de El Oro https://es.wikipedia.org/wiki/Casa_de_la_Cultura_Ecuatoriana