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Moro Rasis: 28

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Crónica del moro Rasis
de Ahmad ibn Muhammad al-Razi
Descripción topográfica de España
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28. Parte el termino de Allaris con el termino de Merida ; et Merida yaze contra el Poniente et Septentrión de Cordoua. Et Merida fué una de las cámaras que los Cesares et los rreyes christianos avian. Et Merida fué fundada por mui grant nobleça, et por mui grant seso, et por mui grant maestría. Fundóla el primero Cesar, et todos los rreyes que della fueron, fiçierón en ella facer muchas buenas obras, et mui fermosas, et cada uno dellos metió grand femencia en la mandar labrar en piedras marmoles mui maravillosas et cada uno dellos punnó á mejoría unos de otros en fazer y aducir las aguas de mui lexos, et por mui grant maestría, et por mui grant fuerza. Por esso la fiçieron mui noble et mui grande et mui buena á maravilla, et a y fundamentos que durarán por siempre, que por fuerza nin por seso que omen aya non se pueden desfaçer, tanto como si fuesse piedra mui fuerte. Et Merida es nombrada por todas las tierras por fuerte. Et digo vos que non ha omen en el mundo que cumplidamente pudiesse contar las marauillas de Merida. Seyendo y Ixim[1] un dia en su corte, retrahente de las cibdades de Espanya , dixo Omar su fijo: yo oy dezir al alcalde Gablolle fijo de Audalla, quando fablava de las cosas que el su padre viera et oyera et passaran en Espanya, et fablando esto como de las bondades de Merida, dixo: «yo aviendo grant sabor de piedras marmoles para afeitar con ellas mis obras que fasía fazer nuevamente, aquaesció assi que yo entré en Merida después que ella fué destroida, et fallé atan buenas obras de piedras marmoles et de otras naturas, que me maravilló mucho, et fize tomar et levar todas aquellas que entendía que mi padre se pagaría de ellas, et anduve un dia por la cibdat et vi en el muro una tabla de piedra marmor atan llana et atan lusiente, que non semejaua sinon aljófar, atanto era clara et mándela arrancar del muro. Et desque la ovieron arrancado por mui grant fuerça, pusieronmela delante, et auia en ella letras de christianos, et escritas que eran y entretalladas, et fize ayuntar christianos que avia en Merida que viessen lo que era escrito en ella, et que me lo dixessen et non fallé quien me lo sopiesse dezir en lenguage ninguna cosa de lo que en ella dezia, tanto eslava escrito en escuro latín. Et dixeronme que non sabían de omen que la leer sopiesse, synon un clérigo que avía en Coimbra. Et yo envié por él, et vino ante mi, et era mui viejo á marauilla. Et quando le pusieron aquella tabla delante, comenzó de llorar et fazer mui grant duelo fieramente, en manera que lo entendían los mas de los que y estavan et dixo assi: «sennor Jesuchristo, de piedat lleno, do estauas tu aquel dia que la cibdat de Merida salió de la santa fee, et, sennor, tu que todo lo sabes, tanto quiero yo que de mi sepas, que si non fuesse lo que yo vi et veo verdaderamente, verdaderas sennales que lo que yo creo es verdat, non ha cossa en el mundo porque io orasse tanto, que por grant estranneza, lo que vi sobre los christianos de Espanya venir en tan poco tienpo. Non lo devieras sofrir por quantos buenos clérigos se y perdieron, que nunca quedauan de loar el tu nombre. Et, sennor, pues que todo lo vees, porque non catas los altares deMerida en que tantas vezes era el tu cuerpo presentado, et en que tantas et tan santas oraciones se dezian en el tu nombre et á la tu honrra, et á la tu loor; et agora son tantos cansados contra tu voluntat et a honrra de Mahomat et de sus creyentes.» Et después que lloró, et fiço su duelo, dixo: «yo vos diré lo que dize esta piedra: que los de Merida mandaron á los de Ilia[2] que fiçiessen el su muro de veinte et cinco cobdos en alto, et en essa piedra non está y al escrito, et esta fisieron escribir los de Merida et poner sobre las mas altas piedras de la villa, per que fuesse sabido por toda Espanya lo que ellos fazian. Et dixo que fallaran en Merida una tabla de alaton escrita, que gentes de muchas partes vinieron a fazer la cibdat de Ilia con miedo de los de Merida, et que la fiçieron mucho ayna, et mucho sutilmente, et dixo que él viera en los fundamentos viejos que fallara, que un ombre entrara en Merida quando Abderrahame, el fijo de Moabia, en Espanya entró, et que viera las marauillas et las fermossuras que avia en Merida, et dixo que entrara en una iglesia que avia y, et que fallara un ermitanno, el qual ermitanno anduviera con él enderredor de la Iglesia. Et quando fué en un logar do solia estar un crucifixo, en lugar de Jesuchristo, dixo: en este logar fallé yo otro hermitanno que avia ciento et veinte annos que y estava, et dixome que antes que él estoviera, y estovo otro hermitanno que le dixera que sobre aquel crucifixo estaua una piedra de la cual nunca oyó á omen fablar, et que por la noche mucho oscura decia las oras en la iglesia á la claridat della, atanto era grande la lucencia que daua, que non avia menester candelas, synon quisiera.» Et dixo otrosí que el dixera que la tomaran dende los alárabes, quando entraron en Merida, et que con ella levaron el cántaro del aljófar, et dizen que aquel cántaro estovo después en la meschita de Damasco, et que lo puso y Zuleman fijo de Abdelmelec, et dizen que este cántaro fué tomado de la casa santa de Hierusalen, quando la entró Nabucodonozor, et fué en la entrada un rrey de Espanya que avia nombre Conven, et ovo en su parte muchas nobles cosas, et este cántaro, et la mesa de esmeralda que fué del rrey Salomón, fijo del rrey David. Et la cibdat de Merida yaze sobre el rrio de Guadiana et de Merida á Cordova ha treinta migeros.



  1. Hixem I.
  2. ¿Badajoz, Beja?