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Moro Rasis: 60

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Crónica del moro Rasis
de Ahmad ibn Muhammad al-Razi
Historia de la España árabe
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8. Luego Abelmagi fijo de Abebe embió su escrito á Mirabobelin et quando el fijo de Nasayr sopo el bien et la mercet que Dios ficiera á Tarife et á su compaña, ovo dende mui grant envidia, et pesóle mucho dende, et quando oyó decir que f'olgaua en Toledo, et que non se trabajaua á otra cosa, plogóle mucho, ca asmó que había hallado razón porque lo pudiesse mezclar. Et escribió sus cartas de fee, et embiólas á Mirabobelim, que era entonces en Marruecos, et mandóle a pedir por mercet que le mandase algo á fazer, et Mirabobelim otorgóselo et prometióselo, et embió luego a rogar á Don Juliano que le diese pasage, et embió dezer á Tarife, que ficiese á Muza asi como faría á él, et que non fuesse ende ál. Et quando Muza recibió estas cartas, plogóle mucho, et escribió sus cartas, et embió denostar por ellas á Tarife, et de sí fiço guisar en África diez mil hombres, lo mejor que él podo; et eran tan bien guisados que era marauilla, et él habia un fijo pequeño, et ante que él partiese fiço á todos los suyos que le fiçiesen omenage como á rey et á señor. Et tomó muchos omes buenos de África, et pasó con ellos, et aportó con Algecirat Alhadra, et anduvo á tanto por sus jornadas fasta que llegó á Tarife á Toledo donde era. Et quando Tarife sopo en Toledo que venia Muza, salió contra él, et non mostró que le daua nada por quanto le embiara á dezir, ante lo recibió mui bien, et le fiço muí buen semblante. Et Muza le preguntó qué era de él, et cómo le fuera; et Tarife le dixo, que fuera del mui bien, loando á Dios et á la vuestra buena ventura. Et dixole que los cuerpos mandasse, et quantos él había, et quantos eran con él: que todos non farían, si non lo que él mandasse. Et dixole, et fiçole todas aquellas cosas por do él asmó que lo más ternía pagado. Et quando esto vido Muza, pagóse tanto de él y de lo que le fiço que le non quisso toller nin villa nin castello de los que él habia ganado, nin home de quantos con él vinieron; mas diole las cartas de Mirabobelim, cuyo vasallo él era. Et cuando vido las cartas, besólas, et dixole que faría de buena mente mandado de su señor. Et Muza le dixo que le diese todo lo que robara en Toledo, et en otros logares; et de esto pessó mucho á Tarife; pero para complir mandado de señor por quien él vino, et era su pro, fiço venir todo delante homes buenos, et entregóselo todo. Et non ha home en el mundo que aquel haver viesse, que non dixesse que alli era el hauer de todo el mundo. Et quando Tarife vio bien de cierto que había de dar la mejor cossa que nunca ome vio en su tiempo, ovo mui grant pessar et dixo: «Áy messa! que ya oviste por Señor al fijo del rey David, aquel que en su tiempo et después fué espejo de los sabidores; como me temo que serás mal aseñoreada de aquí adelante». Et tanto que esto dixo, tomó un peón de un pie, et de quantas buenas piedras en ella auía non le tomó ninguna. Et quando Muza la vio, fué maravillado mucho de tan fermossa piedra, et por tan grande de como ella era, et por tan buenas labores como en ella había. Et preguntó á Tarife qué fuera del otro pie, et dixo él que tal la faltara, et non ha en el mundo home que lo pudiesse contar los paños de pesso, ni las alfajas, nin los otros paños ricos que hi eran ayuntados. Et quando todo lo ál fué y llegado, fué de esto maravillado donde tantas cossas et tales estaban; et quando esto fué andaua la era de los moros en noventa et cinco años.