Moro Rasis: 76
24. Et después que este fué muerto, alçaron por rey á un home que auia por nombre Cautaran, et este se pagaua mucho de aquellos que venían de tierra de promisión, et façíales mucha honrra, ca los llamaua homes de seso, et de recaudo, et por esto los barbaros[1] obieron de ellos mui grant envidia, et fiçieron su batalla et en un dia se alçaron todos contra el Rey: et él guisósse mui bien con los de promispiz et aplaçó con ellos batalla et lidió con ellos et venciólos, et mató muchos á marauilla, et fueron en esta batalla dos fijos del rey mui buenos caualleros por sus manos, et uno ha nombre Catan, et el otro Humeye. El bien dixeron aquellos que hi fueron que por ellos fuera la batalla vencida, et que ellos llegaron á ferir, después que todos los façes fueron quebrados. Et esta batalla fué en el termino de Toledo sobre el rio de Calican. Et después que esto assi passó, viniéronse para Cordoua, et quando Abdelmelech se falló menguado de sus vasallos, pesóle muy mucho, et dixeronle homes de su cortejo: «Señor, mal façedes, porque vos metedes tanto en poder de estos homes que son gente mucha, et mui braua, en quien no ay lei nin la temen; et ved agora, señor, por do vençistes, que ellos andauan firiendo et matando tanto quanto de vos mal vino por ellos, et quantos buenos menos auedes de Espanya». Et estonce les dixo el rey los sacassen de Espanya, et no estuviessen en tierra de Cordoua, et aquella gente á que él dijo esto, fueronse para Avila[2], et tanto que les él aquello dijo, armáronse mui bien et vinieron al rey á donde estaua en su alcaçar, et pelearon con él, et mataron toda quanta gente con él estaua, et esforçaron al Rey et alçaron por rey á Belinge.