Motivos de Proteo: 110

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CVIII
Motivos de Proteo de José Enrique Rodó
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CIX - Coexistencia de una vocación verdadera y otra falsa.[editar]

Opuesto caso al de estas eficaces complejidades, es aquel en que coexisten una vocación real y fecunda y otra falsa y baldía. No hay entonces sociedad coadyuvante, lazo vital, como entre el alga y el hongo; antes bien se reproduce la unión del parásito incapaz de fruto que sirva, con el árbol a quien quita jugo (puesto que jugo de toda aptitud es la atención), sin compensar en modo alguno el mal que le causa. Así, en Napier, el exégeta delirante junto al genial matemático; y en Lamartine, junto al poeta glorioso el vano político.

No menos importa deslindar de la asociación o subordinación de vocaciones el caso en que la única que realmente existe induce a tomar, sin impulso que nazca del corazón ni responda a la conciencia de nueva aptitud, un estado profesional, una manera de actividad determinada, sólo por las ventajas que esto ofrece, en virtud de circunstancias accidentales y exteriores, para el libre desenvolvimiento de la inclinación verdadera. Tal hubo de pasar a menudo cuando el claustro, o la vida sedentaria y pacífica del clérigo, eran el medio propicio a que solían acogerse los espíritus de meditación y de estudio: como Copérnico, que toma las órdenes al volver de los viajes de su juventud, acaso más que por fervor religioso, por gozar de la paz que le permitió contraerse, durante el resto de su vida, a la contemplación del cielo real y sensible. Y tal pasa también, para citar otro ejemplo, cuando San Sebastián, el mártir de Narbona, inflamado en la vocación caritativa, sienta plaza de soldado en el ejército del César, sólo por estar en aptitud de tender su mano protectora a los que son objeto de persecución.