No es mucho que Israel las aguas corte
Apariencia
- A San Raimundo
- Soneto LXVII
No es mucho que Israel las aguas corte del Rubio mar, si va Moisés delante haciéndole dos muros de diamante, que a Egipto emboten de la espalda el corte. Ni que el peligro al pescador reporte, para serlo del barco militante, que Dios le llama, porque no le espante, y está en la orilla el sol que alumbra el Norte. Pero que tienda de Domingo el manto Raimundo, y pase encima el mar profundo, es fe que ha dado al mismo cielo espanto. Pasad, profeta, ese Jordán segundo; verán los reyes, que se ciegan tanto que estima el mar a quien destierra el mundo.