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Nota del 6 de septiembre de 1872 de Miguel Grau Seminario al ministro de Guerra y Marina del Perú

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<< Autor: Miguel Grau Seminario


Comandancia del “Huáscar

Al ancla, Iquique, Setiembre 6 de 1872
Despacho de Guerra y Marina

S.G.M.

Tengo el honor de poner en conocimiento de U. S. que a las 6 h (a.m.) del día de ayer, di fondo en este puerto, sin haber tenido la menor novedad durante la navegación,. Al tomar los informes necesarios para el buen desempeño de mi comisión, adquirí, de un modo particular y por el conducto del señor Prefecto de esta Provincia, la noticia de que Quevedo y parte de sus expedicionarios se encontraban en este puerto y que habían llegado la semana anterior en la corbeta chilena “O´Higgins”; que el resto de sus compañeros, chilenos en su mayor parte, fueron conducidos a su país por la corbeta “Chacabuco”, pues la expedición revolucionaria fue disuelta en el puerto de Tocopilla, a consecuencia de la resistencia encontrada a su desembarque y estar expuesta a fracasar por írseles a pique el buque que la condujo a ese puerto; que por todos estos acontecimientos y haber perdido todos sus elementos de guerra, quedaba terminada la revolución que Quevedo y comitiva intentaron contra el Gobierno de Bolivia.

Impuesto de lo que antecede y conforme con uno de los puntos de mis instrucciones, perecería terminada mi comisión, pero dos horas más tarde, habiendo fondeado un paquete chileno, que hace la carrera en esta costa, comunicó su Capitán, que en Mejillones de Bolivia, quedaban fondeados los buques de guerra chilenos “O´Higgins”, “Esmeralda” y “Covadonga”, esperando la próxima llegada de la “Chacabuco”, con el comandante Revolledo, para hacerse cargo de la Escuadrilla.

Esta aglomeración de fuerzas a cargo de un Jefe acreditado, en aguas de una República, con la que no existe actual armonía y cuyo Ministro, se dice, ha sido retirado, constituye una circunstancia especial para la que no estaba prevenido, pero que considerándola importante, me determinó seguir al sur, más a pocos momentos, habiendo fondeado el “Chalaco” , me comunicó su Comandante (Capitán de Fragata Carlos Ferreyros) noticias contradictorias a las últimamente recibidas, asegurando que venía de Cobija, donde había estado el Paquete que trajo esta nueva y que allí, la misma autoridad local ignoraba todo esto y daba por terminada la revolución, desde que, además de haberse dispersado las fuerzas que seguían a Quevedo, los Comandantes chilenos habían entregado a la Autoridad referida el buque, que conducía para los revolucionarios, útiles de guerra.

No obstante de estar esta autorizada relación, conforme con las primeras noticias de haberse terminado el conflicto de Bolivia, como los díceres que comunicó el Paquete chileno pueden tener algún fundamento y presentarse una complicación, digna de ser atendida en el acto, creo no extralimitarme permaneciendo en este punto hasta estar en posesión de datos más evidentes, que me conduzcan a una determinación segura y sin separarme de mis instrucciones.

Con respecto a la estadía de los buques en el punto en que se hallan no creo sea una circunstancia alarmante, pues hace tiempo que acostumbran estacionarse en los diversos lugares de ese litoral y muy particularmente en Mejillones.

Hoy día 7, a la llegada del Paquete Inglés del sur, se ha confirmado la permanencia de los citados buques en el puerto de Mejillones y que estos esperaban a la “Chacabuco”. Asimismo, se asegura que el Gobierno de Chile, viendo el mal éxito de la operación Quevedo, ha tratado de reanudar las relaciones rotas con el Ministro de Bolivia señor Bustillo, pretendiendo que ambos retiren las notas que han mediado en esta cuestión.

En mérito de lo que dejo expuesto a V. S., he determinado permanecer en este puerto observando la política que en la presente cuestión sigan en adelante ambas Repúblicas, hasta que el Supremo Gobierno determine lo conveniente y sin oposición a poder obrar, según mis instrucciones, en caso necesario.

Dios guarde a V. S.

S.G.M.
Miguel Grau