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Ocho claves para vivir con fibromialgia/Control de estrés

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#02 |
CONTROL
DEL ESTRÉS

HABLAMOS DE PREVENCIÓN
¿POR DÓNDE EMPEZAR?

¿Sabías que, aunque realmente la persona sea capaz de resolver una situación o evento, si interpreta que supondrá un peligro o se le da excesiva importancia, podría aparecer el estrés?

La prevención de la fibromialgia se centra sobre todo en la reducción del estrés y en el correcto acondicionamiento físico, que mejorará los procesos de circulación sanguínea, pudiendo reducir el dolor a largo plazo.[1]

En la fibromialgia aparece un funcionamiento anormal del sistema de respuesta del estrés en el sistema nervioso. Este suele surgir después de periodos prolongados de sobrecarga física y/o emocional —por lo general dentro de algún episodio depresivo— y se ha relacionado con cambios inmunológicos y en el procesamiento del dolor. En este sentido, los problemas en el funcionamiento de estos mecanismos reguladores del estrés podrían fomentar la activación de los mecanismos de neuroinflamación, lo que provocaría o aumentaría los síntomas característicos de la enfermedad (por ejemplo, el dolor).

Por lo tanto, en el marco de esta enfermedad, las herramientas psicológicas para afrontar adecuadamente el estrés son esenciales.

ESTRÉS CRÓNICO

El estrés es la respuesta que da el organismo para adaptarse y afrontar las demandas del ambiente a través de mecanismos biológicos y psicológicos. En general, el estrés es un mecanismo esencial para la supervivencia, pues hace que nos adaptemos a diferentes cambios y situaciones. En este sentido, existe un estrés positivo, el que nos ayuda a afrontar adecuadamente los retos cotidianos, y un estrés negativo o distrés, que se caracteriza por la sensación de sobrecarga que siente la persona que lo padece.

Como explica el Modelo de la Valoración de Lazarus y Folkman,[2] la respuesta de estrés negativo ante un evento depende, en gran medida, de la valoración que la persona hace de la propia situación, por lo que puede aparecer incluso aunque esta tenga los recursos necesarios para afrontarla.

Un estudio científico publicado por Van Houdenhove y Luyten[3] destacaba que muchas personas con fibromialgia han desarrollado un estilo de vida marcado por el estrés provocado por un perfeccionismo excesivo, la autoexigencia en el trabajo y las conductas de autosacrificio antes de padecer la enfermedad. Esto puede implicar que la fibromialgia se relacione también con determinados rasgos de personalidad.

ESTRÉS POSTRAUMÁTICO

El estrés postraumático aparece en algunas personas después de haber vivido un acontecimiento en el que han visto comprometida su integridad física o psicológica o la de otra persona.

Este trastorno se ha relacionado con la fibromialgia puesto que, con frecuencia, estos y estas pacientes indican haber sufrido traumas a edades tempranas o en el momento en el que se desencadenaron los síntomas de la enfermedad.

El estrés es uno de los grandes problemas del siglo XXI y está detrás de un gran número de enfermedades. Reducirlo debe ser una prioridad independientemente de si padecemos una enfermedad o no.

Por lo tanto, actualmente se piensa que los eventos traumáticos podrían aumentar las posibilidades que aparezcan los síntomas de la enfermedad a través de la alteración del sistema de respuesta del estrés.

Así, de cara a la prevención, destaca la importancia de la intervención psicológica temprana sobre el trauma para evitar que tienda a hacerse crónico y altere el sistema de respuesta del estrés.

¿QUÉ TÉCNICAS SON LAS ADECUADAS
PARA REDUCIR EL ESTRÉS SIN Y
CON FIBROMIALGIA?

¿Sabías que la fibromialgia a menudo aparece tras situaciones de gran estrés emocional?

Desde la psicología, la intervención cognitivo-conductual ha demostrado ser eficaz para abordar las respuestas emocionales, cognitivas, fisiológicas y comportamentales del estrés crónico, del estrés laboral y del estrés postraumático.

Las intervenciones que pueden plantear los psicólogos y psicólogas incluirán, según el caso:

» Técnicas de solución de problemas

» Reestructuración cognitiva

» Exposición

» Técnicas de relajación (especialmente las orientadas al control de la vasodilatación y la vasoconstricción periférica)

» Control estimular y manejo de contingencias

» Resolución de conflictos y habilidades sociales

» Reinterpretación sensorial.

Además, la terapia cognitivo-conductual tiene un importante efecto sobre el dolor crónico, pues mejora el estado de ánimo y contribuye a reducir las visitas médicas de las personas con fibromialgia.

  1. Vierck, C. J. (2012). A mechanism-based approach to prevention of and therapy for fibromyalgia. Pain research and treatment, 2012. https://doi.org/10.1155/2012/951354
  2. Lazarus, R. S. & Folkman, S. (1986). Estrés y procesos cognitivos. Barcelona: Martínez Roca.
  3. Van Houdenhove, B., & Luyten, P. (2006). Stress, depression and fibromyalgia. Acta Neurol Belg, 106(4), 149-56.