Oh, nunca fueras, África desierta
Apariencia
- A la batalla de África
- Soneto 15
Oh, nunca fueras, África desierta, en medio de los trópicos fundada, ni por el fértil Nilo coronada te viera el alba cuando el sol despierta; nunca tu arena inculta descubierta se viera de cristiana planta honrada, ni abriera en ti la portuguesa espada a tantos males tan sangrienta puerta. Perdióse en ti de la mayor nobleza de Lusitania una florida parte, perdióse su corona y su riqueza. Pues tú que no mirabas su estandarte, sobre él los pies, levantas la cabeza ceñida en torno del laurel de Marte.