¡Oh más dura que mármol a mis quejas,
y al encendido fuego en que me quemo
más helada que nieve, Galatea!,
estoy muriendo, y aún la vida temo;
témola con razón, pues tú me dejas,
que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.
Vergüenza he que me vea
ninguno en tal estado,
de ti desamparado,
y de mí mismo yo me corro agora.
¿De un alma te desdeñas ser señora,
donde siempre moraste, no pudiendo
de ella salir un hora?
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
O mas dura q(ue) marmor a mis quexas
i al e(n)ce(n)dido fuego q(ue) me quemo
mas elado q(ue) nieve galatea
la uida temo
temola co(n) razo(n), pues tu me dexas
q(ue) no ay sin ti el biuir para q(ue) sea
Verguença en q(ue) me vea
ni(n)guno en tal estado
de ti desenparado
y de mi mismo yo me corro agora
de un alma te desdanhas ser s(eñ)ora
do(n)de sie(m)pre moraste no pod[i]e(n)do