Otro clima
Apariencia
¡ Oh cámaras del tiempo y galerías del alma, tan desnudas!, dijo el poeta. De los claros días pasan las sombras mudas. Se apaga el canto de las viejas horas cual rezo de alegrías enclaustradas; el tiempo lleva un desfilar de auroras con séquito de estrellas empañadas. ¿Un mundo muere? ¿Nace un mundo? ¿En la marina panza del globo hace nueva nave su estrella diamantina? ¿Quillas al sol la vieja flota yace? ¿Es el mundo nacido en el pecado, el mundo del trabajo y la fatiga? ¿Un mundo nuevo para ser salvado otra vez? ¡Otra vez! Que Dios lo diga. Calló el poeta, el hombre solitario, porque un aire de cielo aterecido le amortecía el fino estradivario. Sangrábale el oído. Desde la cumbre vio el desierto llano con sombras de gigantes con escudos, y en el verde fragor del oceano torsos de esclsvos jadear desnudos, y un nihil de fuego escrito tras de la selva huraña, en áspero granito, y el rayo de un camino en la montaña...