Página:A Don Quijote (1905).djvu/5

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Solos quedaron Don Quijote y Sancho, y
apenas se hubo apartado Sansón, cuando
comenzó á relinchar Rocinante y A sospi-
rar el rucio, que de entrambos, caballero
y escudero, fué tenido á buena señal y por
felicísimo agüero; aunque si se ha de con-
tar la verdad, más fueron los sospiros y re-
buznos del rucio, que los relinchos del rocín,
de donde coligió Sancho que su ventura
había de sobrepujar y ponerse encima de la
de su señor.
Cervantes,
DON QUIJOTE. Capítulo VIII de la Se-
gunda Parte.

Si en los heroicos tiempos, cuando solía
Por la Gloria exaltarse la Fantasía
Y mover la Belleza los corazones,
Nacido hubieras,
Del cielo de la andante caballería,
Espléndida de lauros y de blasones,
Tú el astro fueras!