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No atormentes con rigores
á los dos pobres cantores.
Ver su nido
deja al pájaro sentido
que suspira de dolor;
y en los mágicos hechizos
de tus rizos
Y mando entre las delicias
del amor, y tus caricias,
dulce lazo,
me aprisiona en tu regazo
el imán de tu beldad,
no temas, no, que te implore
porque llore
R. Sanchez Madrigal