Esta página ha sido validada
— 54 —
Es porque el pensamiento
De lo triste apartáis, y ¿no es seguro
Que el que corre sin tiento
Por un espacio oscuro,
Chocará, sorprendido, contra el muro?
¡Pensad, pensad ahora;
Que así, no ha de tomaros de sorpresa,
Y jamás «la traidora»
Llamaréis en su alteza
A la única humana real certeza!
Y cuando os llegue el día,
Ese día supremo y justiciero,
¡Veréis la cercanía
Del fin del derrotero,
Sin un rictus de asombro postrimero!