LIBRO XIV 567 tiene por escusado mandarlo, y le pareze basta el pe- dirlo, por que el amor que en ellos á, experimentado le persuade, que al pedir suio le an de respetar como pre- cepto rigoroso, y a de producir los miesmos efectos que el mas apretado mandato, i que no an de permitir se diga que pidiendoles su soberano que les puede mandar le ne- garon lo que les pedia, por ser esto contra su obligaz.*” ; a que se allegan las circunstancias en que pide, que on las mas estrechas que pueden ofrezerse á Monarcha Es- pañol, pues pide este socorro, en ocass.* que aliadas y unidas formidables Potencias, le quieren arrojar del Thro- no, que poseé por los dros. de sangre, y justo llamam.'” que le hizo a la corona, el Rey Don Carlos Segundo de gloriosa mem.*; ya que entró, con gen.! aplauso de los españoles, en cuias circunstancias, es honra de la Naz.” Mantenerle en la proses.” heredada, aclamada y aplau- dida, aplicando para ello, los medios combenientes, i como por esta razon es propio de los vasallos acudir con sus personas como es ciertto lo hazen los que se hallan en la europa; y lo an ejecutado, los de estas Prov.**, en las ocasiones y. se am ofrecido, de el serv.” de Su Mag.! estimulados de su propia honra : pide Jun- tam." en ocass. q, peligra la religion en España pues siendo herejes los principales aliados del Archiduque, ene- migos azerrimos de la Relig.* chatolica y de los Reies de España, por las dilix.** tam vivas que en todos tpos., an echo sus Mag.“ para desarraigar la heregia de las Provincias de estos aliados e introducir la religion Chato- lica, y q. miran á España como columna de la fee, han de procurar introducir en ellas la Heregia i quitarle a la Yglesia, esta firme vasa, y a los Españoles la gloria de conserbar pura la fee, chatolica, haviendo sido por esta razon, alavados, y admirados del mundo, y q. se á empe- zado ia, en españa, á sentir los efectos de esta eretica furia en aquella parte que a seguido el Archiduq., como se á entendido por algunas Gasetas que se an visto, dan-
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