dando una variacion total para los cincuenta y dos años de 1 dia y 810. Para armonizar juntamente los cálculos y las observaciones, no ha bastado llevar una cuenta exacta de las perturbaciones planetarias, y ha sido preciso recurrir á una hipótesis, en parte muy verosímil, y suponer que los espacios celestes están llenos de una materia fluida escesivamente ténue, que opone cierta resistencia á los movimientos, disminuye la fuerza tangencial, y tambien por consiguiente, los grandes ejes de las órbitas cometarias. El valor de la constante de esta resistencia parece poco diferente antes y despues del paso del cometa por su perihelio, quizás á causa de las variaciones de forma que esperimenta entonces esta pequeña nebulosidad, ó de la densidad variable de las capas formadas por el éter cósmico (53). Estos hechos, así como las teorías que de ellos nacen, son seguramente una de las partes mas interesantes de la astronomía moderna. Añadamos que los cálculos de las perturbaciones del cometa de Encke han dado ocasion de someter á una prueba delicada la masa de Júpiter, que juega tan importante papel en la astronomía, y producido una disminucion sensible en los cálculos hechos sobre la de Mercurio.
A este primer cometa de corto periodo hay que agregar otro, el de 1826, tambien planetario, cuyo afelio está colocado mas allá de la órbita de Júpiter, pero mas lejos aun de la de Saturno. Este cometa, llamado de Biela, efectúa su revolucion alrededor del Sol en 6 años y ¾. Es mas débil que el de Encke, y se mueve, como este, en el mismo sentido que los planetas, en tanto que el cometa de Halley es retrógrado. Este es el único caso que se ha presentado hasta aquí de un cometa que corta la órbita terrestre, y que podria ocasionar por su encuentro con la Tierra una catástrofe, si es permitido emplear esta voz hablando de un fenómeno desconocido en la historia y cuyas consecuencias escapan á toda apreciacion. Es cierto que pequeñas masas