Página:Alexander von Humboldt - Cosmos - Tomo I.djvu/140

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
— 116 —

veces por venas ó ramificaciones muy señaladas (80). Uno solo, que yo sepa, se esceptúa de esta relacion; el aerolito de Chantonnay (Vendeé), cuyos poros y abolladuras constituyen, como en el aerolito de Juvenas, otra singularidad muy rara. En todos los demás, la corteza negra es distinta del resto de la masa de un gris bastante claro, con una línea de separacion tan marcada como el pedrisco de granito blanco con veta negra ó aplomada (81), que traje yo de las cataratas del Orinoco, y que se encuentra en otras muchas como las del Nilo y rio Congo por ejemplo. El fuego mas violento de nuestros hornos de porcelana, no produce nada análogo á esta corteza, tan perfectamente distinta del resto de la masa de los aerolitos, cuyo interior no ha sufrido alteracion alguna. Ciertamente que, algunos hechos parecen indicar que estos fragmentos meteorices, han esperimentado una especie de reblandecimiento; pero, en general, la manera de agregarse sus partes, la carencia de aplanamiento despues de la caida, y el poco calor que poseen en aquel instante, no permiten suponer que su masa interior haya estado en fusion durante el corto trayecto que recorren desde los límites de la atmósfera hasta la superficie de la tierra.

Berzelius ha hecho escrupulosamente la análisis química de estos cuerpos, y encontrado en ellos los mismos elementos que vemos esparcidos en la superficie de la tierra, á saber: ocho metales, el hierro, el nikel, el cobalto, el manganeso, el cromo, el cobre, el arsénico y el estaño; y cinco tierras, á saber: la potasa, la sosa, el azufre, el fósforo y el carbon; es decir, la tercera parte del número de los cuerpos simples actualmente conocidos. Aunque las masas meteóricas estén formadas de iguales elementos químicos que las especies minerales de las montañas y de las llanuras, no por ello dejan de presentar siempre en el modo como están combinados estos elementos, un carácter muy