Puesto que los temblores de tierra vienen frecuentemente acompañados de emisiones de agua y de vapores, podemos considerar las salsas ó pequeños volcanes de fango, como el punto de transicion de las emisiones gaseosas y de los manantiales termales á las espantosas erupciones de los montes ignívomos. Con efecto, si esos manantiales irregulares de materias fundidas, que llamamos volcanes, dan nacimiento á las rocas volcánicas, por su parte los manantiales termales, cuyas aguas están cargadas de ácido carbónico y de gas sulfuroso, producen por via de depósito, de una manera lenta, pero contínua, capas de travertino horizontalmente superpuestas, ó bien forman montecillos cónicos, como en la Argelia por ejemplo, y en los Baños de Caxamarca sobre la vertiente occidental de las cordilleras peruanas. Carlos Darwin ha encontrado restos de una vejetacion primitiva en el travertino de la tierra de Van-Diemen, cerca de Hobart-Town; y ya hemos citado las dos rocas, la lava y el travertino, cuya produccion se continúa aun á nuestra vista, con objeto de señalar los dos estremos de las formaciones geológicas.
Las salsas ó volcanes de fango merecen, en mi concepto, mayor atencion que la que han acostumbrado á concederles los geólogos. El haber desconocido la importancia de este fenómeno, depende de que hasta ahora no se ha considerado mas que la última de las dos fases que presenta, es decir, el período de calma en que persisten las salsas durante siglos enteros. La aparicion de las salsas va acompañada de temblores de tierra, de truenos subterráneos, del levantamiento de regiones enteras y de emisiones de llamas que se elevan á gran altura, si bien son de corta duracion. Cuando se formó la salsa de Jokmali, el 27 de Noviembre de 1827, en la península de Abscheron, al Oriente de Bakon (mar Caspio), las llamas subieron á una altura estraordinaria, y el fenómeno duró tres horas. Durante las veinte