del calcáreo de montaña y del viejo asperon rojo; han variado tambien cuando las lias y la colita se depositaban sobre las hiladas del keuper y del calcáreo conchífero, ó cuando la greda se precipitaba por las pendientes de la arena verde y del calcáreo jurásico. Si damos con Elías de Beaumont los nombres de mar Jurásico y de mar Cretáceo á las aguas de donde se han separado la colita y la greda formando depósitos cenagosos, es para reconocer luego al punto, que los límites de estas dos formaciones indican, respecto de las épocas geológicas correspondientes, la línea de demarcacion entre la tierra firme y las aguas de un Océano que á la sazon iba á engendrar una parte sólida de la corteza terrestre. Ingeniosa fué la idea de dibujar el mapa de esta parte de la geografía primitiva, mapa mas seguro quizás que el de los viajes de Io y de la Odisea de Homero; porque en estos últimos se trata de opiniones ó mitos, y en los primeros son hechos positivos de la geología lo que se intenta representar gráficamente.
Hé aquí el resultado de las investigaciones hechas con el objeto de determinar la estension de la tierra firme en épocas diferentes. En los tiempos mas antiguos, durante los períodos de transicion silúrica y devoniana, y hácia las primeras formaciones secundarias, incluso el trias, el suelo continental consistia únicamente en islas separadas cubiertas de vegetales. En los períodos siguientes estas islas se unieron entre sí, pero de tal suerte, que formaban innumerables lagos y golfos profundamente cortados. Por último, cuando las cadenas de los Pirineos, de los Apeninos y de los montes Kárpatos se levantaron, y por consecuencia hacia la época de los terrenos terciarios, los grandes continentes aparecieron casi con la figura que tienen al presente. En el mundo silúrico y en la época en que reinaron las cicadeas y los saurianos gigantescos, fue ciertamente menor del uno al otro polo la estension de los terrenos salidos de