bada (32), ó bien la evolucion originaria de la célula se halla oculta en la oscuridad de una reaccion química análoga ala fermentacion que enjendra los filamentos bisoideos de la espuma de cerveza. Pero concretémonos á indicar ligeramente el misterio por el cual aparece la vida sobre la tierra; que la geografía de los séres orgánicos no trata sino de los gérmenes ya desarrollados, determinando la pátria que adoptan y las regiones á donde influencias esteriores les llevan; investigando sus relaciones numéricas, y limitándose, en una palabra, á trazar su distribucion general en la superficie del globo.
Quedaria incompleto el cuadro general de la Naturaleza que trato de reseñar, si no me propusiera describir igualmente en algunos rasgos característicos la especie humana considerada en su aspecto físico, en la distribucion geográfica de sus tipos contemporáneos, en la influencia que las fuerzas terrestres le han suministrado, y en la que á su vez ha ejercido aunque débilmente sobre ellas. Sometida nuestra especie, si bien en menor grado que las plantas y los animales, á las circunstancias del suelo y á las condiciones metereológicas de la atmósfera, escapa mas fácilmente al dominio de las potencias naturales por la actividad del espíritu, por el progreso de la inteligencia que poco á poco se eleva, así como tambien por la maravillosa flexibilidad de organizacion que se adapta á todos los climas, sin que por ello deje de participar esencialmente de la vida que anima á todo el globo. Por estas secretas relaciones, el oscuro y controvertible problema de la posibilidad de un orígen comun para las diferentes razas humanas, entra en la esfera de las ideas que abraza la descripcion física del mundo. El exámen de esta cuestion dará al objeto final de mi obra, un interés mas noble, si me es lícito decirlo así, el interés supremo que se refiere á la humanidad. El inmenso dominio de las lenguas, en cuya variada estructura se reflejan mis-