Italia y gran parte de Alemania. Tal es el orígen de la union magnética de la cual Gœttingue es el centro. Desde 1836 esta union ha fijado cuatro épocas del año para las observaciones que deben continuarse durante veinte y cuatro horas; pero estas épocas no coinciden con las que yo habia adoptado (los equinoccios y los solsticios), y propuestas en 1830. Hasta entonces la Gran Bretaña en posesion de las mas vastas relaciones comerciales del mundo entero, y de la mas estendida navegacion, permaneció estraña á este gran movimiento científico, cuyos resultados hacian esperar desde 1828 tanto progreso en el estudio del magnetismo terrestre. Una invitacion pública que dirigí, desde Berlin en abril de 1836, al presidente de la sociedad real de Lóndres el duque de Sussex (Lettre de M. de Humboldt á S. A. R. le duc de Sussex, sur les moyens propres á perfectionner la connaissance du magnétisme terrestre par l'établissement de stations magnétiques et d'observations correspondantes) tuvo feliz éxito, alcanzando la dicha de conseguir un interés benévolo hácia una empresa cuya estension era, hacia muchos años, objeto de mis mas ardientes deseos. Yo insistía en dicha carta sobre el establecimiento de estaciones permanentes en el Canadá, en Santa Elena, en el cabo de Buena Esperanza, en la isla de Francia, en Ceylan y en la Nueva Holanda, puntos cuya importancia habia yo señalado cinco años antes. Un comité cuyas atribuciones debian estenderse á la física y á la meteorología fué nombrado del seno de la Sociedad real, y propuso al gobierno: 1.°, la fundacion de observatorios magnéticos fijos en ambos hemisferios; 2.°, una espedicion naval destinada á recoger observaciones magnéticas en los mares antárticos. Sabido es cuanto debe la ciencia ala grande y noble actividad que sir John Herschell, Sabine, Airy y Lloyd han desplegado en esta ocasion, así como al poderoso apoyo de la Association britannique pour l'avancement des Sciences, reunida en Newcastle en 1838. En junio de 1839 la espedicion magnética hacia el polo austral fué resuelta y colocada bajo el mando del capitán James Clark Ross. Esta espedicion terminó gloriosamente, pues ha dotado á la ciencia de descubrimientos geográficos importantes en el polo austral, y de observaciones simultáneas en ocho ó diez estaciones magnéticas.
^(67) Pág. 172.— En vez de atribuir el calórico interno de la Tierra al paso de la materia del estado de nebulosidad gaseosa al estado sólido, Ampère la esplica de un modo poco verosímil, en mi juicio, por la accion química prolongada de un núcleo compuesto de metales alcalinos, sobre la corteza oxidada del globo. «No cabe duda, dice en su obra maestra, la Theorie des phénomenes èlectro-dynamiques (1826, p. 199), de que existen en el interior del globo, corrientes electro-magnéticas, y que estas corrientes son la causa del calor que le es propio. Nacen de un núcleo metálico