las divisiones binarias y la escesiva multiplicidad de los grupos.
La descripcion del mundo, considerado como objeto de los sentidos esteriores, necesita indudablemente del concurso de la física general, y de la historia natural descriptiva; pero la contemplacion de las cosas creadas, enlazadas entre sí y formando un todo animado por fuerzas interiores, dá á la ciencia que nos ocupa en esta obra un carácter particular. La física se detiene en las propiedades generales de los cuerpos; es el producto de la abstraccion, la generalizacion de los fenómenos sensibles. Ya en la obra donde se consignaron las primeras bases de la física general, en los ocho libros físicos de Aristóteles (21), todos los fenómenos de la naturaleza se consideran como dependiendo de la accion primitiva y vital de una fuerza única, principio de todo movimiento en el Universo. La parte terrestre de la física del mundo, á la que conservaria de buen grado la antigua y perfectamente espresiva denominacion de Geografía física, trata de la distribucion del magnetismo en nuestro planeta, segun las relaciones de intensidad y de direccion; pero no se ocupa de las leyes que ofrecen las atracciones ó repulsiones de los polos, ni de los medios de producir corrientes electro-magnéticas, permanentes ó pasageras. La geografía física traza á mas á grandes rasgos la configuracion compacta ó articulada de los Continentes, la estension de su litoral comparado con su superficie, la division de las masas continentales en los dos hemisferios, division que ejerce una influencia poderosa sobre la diversidad de clima, y las modificaciones metereológicas de la atmósfera; señala el carácter de las cadenas de montañas, que, levantadas en diferentes épocas, forman sistemas particulares, ya paralelos entre sí, ya divergentes y cruzados; examina la altura media de los Continentes sobre el nivel de los mares y la posicion del centro de gravedad de su