neso, véase tambien un ensayo histórico de Olbers, en el Schumacker"sy Jahrbuch, 1840, p. 249.
(1) Pág. 295.—Véanse las investigaciones de Delambre y de Enckez las de Ideler, Ursprung der Sternnamer. p. XLIX, 263 y 271. Véase tambien Examen critique, etc. t.1V, p. 319-324; t, V, p. 17-19,50-230-234.
(8) Pág. 285, —Plinio, 1 1l, c. 71; Ideler Sternnamen, p. 260 y 295.
(9) Pág. 286.—He tratado de resolver en otra parte las dudas que han suscita-lo en nuestros dias respecto de las «quattro stellas» algunos célebres comentadores del Dante. Para comprender bien todos los términos de la cuestion, es preeiso comparar los versos «Yo mi volsi, etc., (Purgaf, canto TI, v. 22-24) con los pasajes siguientes: Purgat. L, 37; WUL, 85-93; XXIX, 121; XXX, 97; XXXI, 106, e Inferno XXVI, 117 y 127. El astrónomo milanés de Cesaris veia en las tres facelies «di che "1 polo di que tutto quanto arde,» y quese ponen cuando selevantan las cuatro estrellas de la Cruz, eran Canopo, Achernar y Fomalhaut. Yo he intentado esclarecer el problema por las consideraciones siguientes: »El misticismo filosúfico y religioso que penetra y vivifica la inmensa composieion del Dante, asigna á todos los objetos al lado de su existencia real ó material, una. existencia ideal, viniendo a ser como dos mundos, de los cualesuno es reflejo del otro. El grupo delas cuatro estrellas representa en el órden moral las virtudes cardinales: la Prudencia, la Justicia, la Fortaleza y la Templanza; mereeen por ello el nombre de luces santas, luci sante. Las tres estrellas. «que iluminan el polo» representan las virtudes teologales: la Fé, la Esperanza y la Caridad. Los primeros de esos seres nos revelan por sí mismos sú doble naturaleza; cantando: «aquí sumos ninfas, en el cielo estre— ilas, noi sem quí ninfe, e nel del semo stelle. En la Tierra de laverdad el paraiso terrenal se hallan reunidas sicte ninfas, «In cerchio le faceban di se claustro le sette Ninfe,» que aparecen como la reunion de las virtudes. cardinales y teoiogales. Bajo estas formas místicas, los objetos reales del Armamento, sc, arados unos de otros segun las leyes eternas de la Mecánica. celeste, apents se reconocen. El mundo ideal es una libre creacion del alma, el producto de la inspiracion poética.» Examen critique, t. IV, p. 324-332
(10) Pig. 286.—Acosta, l. I, Cc. 3.; v. mi Relation historique, elc., t. 1, p. 209. Como las estrellas a y y de la Cruz del Sud tienen un movimiento de ascension directo casi uniforme, la Cruz parece vertical suando pasa por el meridiano; pero los naturales olvidan con nyucha fre— cuencia que este relój celeste adelanta cada dia 3* 36/1. Debo todos los. cálculos referentes á la aparicion de las estrellas australes en las lalitudesdel Norte, á las galantes comunicaciones del doctor Galle, primero que ha reconocido en el Cielo el planeta Leverrier. «La incertidumbre de los.