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vió de transicion para llegar á su propio sistema, me parece fundada.»

(35) Pág. 303. —Schubert, Astronomie, 1.?* parte, p. 124. Whewel ha dado en su Philosophy of the inductive sciences, t. 11, p. 282, un cuadro co: npleto y muy bien ordenado de todos los aspectos bajo los cuales los astrónomos han considerado la estructura del Mundo, desde los primeros tiempos de la humanidad hasta el sistema de gravitacion de Newton.

(36) Pág. 303.—Platon se muestra en el Phédro, discipulo de Filolao; pero en el Timéo. por el contrario, se manifiesta convertido al sistema de la inmovilidad de la Tierra en el centro del Mundo, sistema que se ha designado mas tarde conlos nombres de Hiparco y de Tolomeo. Véase Bueckh, de Platonico syitemale coelestium globorum et de vera indole astronomie Philolaz que, p. xxvi-xxx1; Philolaos, p. 104-108; y véase Frics, Geschichte der philosophie, t. 1, p. 325-347; H. Martin, Eludes sur le Timée, t. Il, p. 64-92. La especie de sueño astronómico bajo el enal se oculta la estruetura del Mundo al final de la Republica, nos recuerda el sistema de las esferas entrelazadas de los planetas y la armonía de los tonos considerados como las voces de las sirenas que siguen en su movimiento cada una de las esferas. Véase sobre el descubrimiento del verdadero sistema del Mundo, la bella obra de Apelt, Epochen der Geschichte der Menschheif, t. L 1845, p. 205-303, y 319-445.

(37) Pág. 303.—Keplero, Harmonices Mundi libri quinque, 1619, p. 189. El 8 de marzo de 1618, se ocurrió 4 Keplero despues de muchas tentativas inútiles la idea de comparar los cuadrados de los tiempos durante los cua— les realizan los planetas su revolucion, conlos cubos de las distancias medias; pero se enganó en sus cálculos y desechó esta idea. El 15 de mayo de 1618 volvió á la tarea, y su cálculo llegó a ser exacto: la tercera ley de: Keplero estaba hallada. Este descubrimiento y los que á él se refieren caen precisamente en la época deplorable en que este grande hombre, espuesto desde sus mas tiernos años á los mas rudos golpes de la suerte, trabajó: durante seis años en salvar del suplicio y de la hoguera á su madre sep— tuagenaria, acusada de envenenamiento y sortilegio. Las sospechas estaban robustecidas por las cireunstancias de que la desgraciada mujer tenia por acusador á su propio hijo el alfarero Cristóbal Keplero, y la de haber sido educada en casa de una tia suya, que habia sido quemada en Weil como hechicera. Véase respecto de este asunto un escrito del Baron de: Breitschwert, poco conocido fuera de Alemania, aunque muy interesante | y compuesto segun manuscritos recientemente descubiertos; Johann Keppler s Leben und Wirken, 1831, p. 12, 97-147 y 196. Segun esta obra, Keplero, que firma Keppler cuando escribe en aleman, no habia nacido, como se cree vulgarmente, el 21 de diciembre de 1571, en la ciudad imperial de Weil, sino en un luga: de Wurtemberg llamado Magstatt, el 27 de diciem-