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sin embargo de un alto sentimiento y de un conocimiento exacto de la antigivedad. Solo pasado algun tiempo, ganó el estudio del globo en variedad y profundidad, y cuando las ciencias naturales no 'se limitaron ya á registrar las producciones curiosas, sino que se elevaron 4 mas altos liorizontes y á comparaciones generales entre las diferentes regiones, pudieron aprovecharse los recursos del lenguaje para reproducir en toda su frescura el animado aspecto de las lejanas zonas.
Remontándonos á la edad media, los antiguos viajeros, tales como Juan Mandeville (1353), Hans Schiltherger de Munich (1425) y Bernardo de Breytenbach(1486), nos encantan aun por su amable sencillez, por la libertad de su lenguaje, y por la seguridad con que se presentan ante un público poco dispuesto á escuchar sus narraciones, pero que las ola con tanta mayor curiosidad y confianza, cuanto que aun no se avergonzaba de su admiracion y asombro. El interés que inspiraban entonces las narraciones de viajes, era casi de todo puntodramático. La fácil y necesaria introduccion de lo maravillosoen ellas les ha dado un color casi épico. Las costumbres de los pueblos no están espuestas en tales narraciones bajo la forma descriptiva, sino presentadas de relieve por el contacto de los viajeros con los indígenas. Los vegetales carecen aun de nombres y pasan desapercibidos, á no ser que de tiempo en tiempo se señale un fruto de sabor agradable 6 de forma estraña, 6 bien un árbol sorprendente por las dimensiones estraordinarias de su tronco y de sus hojas. Entre los animales píntanse con preferencia los que se acercaban mas á la forma humana, los mas dóciles ó los mas peligrosos. Los contemporáneos creian todavía en todos los peligros con que se les asustaba, y que muy pocos de entre ellos habian ido á afrontar. Lo largo de las travesías hacia que apareciesen
los paises de la India (llamábase así á toda la zona de los TOO 1.