Esta página ha sido validada
ODA.
–––
o llegará, tirana,
El día en que tu pecho empedernido
Ablandes, y que humana
Al ánimo afligido
Vuelvas la paz que por tu causa ha huido?
Cede la piedra dura
Al continuo chocar; el amarillo
Oro, la faz oscura
Cede, y muestra su brillo
Al repetido golpe del martillo.
La terrible muralla
Vence la mar con su azotar constante;
Las fieras avasalla
El hombre, y penetrante
Arranca al hondo piélago el diamante.