Alternativa Feminista
de servidoras bien pagadas no podían abandonarlo, ni siquiera en vacaciones. Y se sentían muy contentas por ello, porque luego corrían a las tiendas a comprar en forma abundante, pensando en cade caso qué dirían sus amigas de tales adquisiciones o del co- lor bronceado que habían conse- guido en las playas del Caribe. A veces, a solas, me pregunta- ban, con mucha curiosidad, sobre mis amores, sobre mis separacio- nes, sunque luego seguramente lo eriticasen para no desasosegarse demesiado.
Cuando una muchacha del lu- gar se ascmbró y hasta se rió porque aún no tenemos el divor- cio vincular, dos maestras viu- das clamaron gor la falta de respeto a nuestro país ante esa hilaridad, aún cuando la riente cubana —como tcdo cubano— ama a los argentinos y nos reciben con un abrazo y una gran sonrisa por el Che Guevara, por Gardel, por el tango y porque somos su- damericanos. r
Y aunque ese turismo curioso — Que en su gran mayoría, corrió a Cuba porque es un viaje barato y para afirmarse en su oposición a un nuevo estilo de vida sin injusticias sociales— reconocía A cada paso el aseo impecable de sus habitantes, su educación, su cordialidad, su alegría, sin em- bargo regresó tal como fue: sin cambiar para nada su posición de apoyar enérgicamente nuestro de- cadente sistema, en donde en el
EVA
Congreso aún se dudaba entonces sobre cómo tratar el divorcio vincular, aún se duda sobre si pagar o no la deuda externa y dende ni por asomo se ha de dis- cutir sobre la despenalización del aborto, aunque eso traiga, ecmo consecuencia de los abortos ciandestinos, la muerte de una mujer cada 48 horas. Aunque sa- ben todos esos viajeros que cada diez minutos mueren niños por desnutrición, que todos los días quedan sin techo familias desa- lojades, que nuevemente las inundaciones azotan gran parte de nuestro país, que en las ma- ternidades muere un niño recién nacido cada cinco días, por in- fecciones y la falta de elemen-
tos mínimos para su atención adecuada. + Estas experiencias, este
vislumbrar que es posible alcan- zar un mundo mejor, nos fortale- ce a las feministas para que si- gamos en nuestro camino de cons- tantes reclameciones. Lo impone nuestra seguridad de que así de- be ser; sobre todo ahora que han desaparecido algunas de nuestras más importantes paladines femi- nistas en esta época, Alicia Mo- reau de Justo y Simone de Beau- voir, a quienes rendimos nuestro homenaje y reconocimiento por todo lo que nos dieron, nos en- señaron y por el sendero que de- jaron abierto para que continue- mos en nuestra incesante lucha.
Hesperia Berenguer
