Esta página no ha sido corregida
93
Carmen de Burgos
casa que habita Mercedes en Madrid.
La joven aparece reclinada en una butaca, y de pie, frente á ella, demacrado, pálido y tembloroso, Manolillo, en el que cuesta trabajo reconocer al alegre mozo de Alcira.
—Cuánto me alegro de vertedijo ella con fingida alegria—. Dime cómo te va, y qué hay de nuevo por la masía.
Y como él no contestase, añadió: —Tranquilízate, hombre; te le llamado, porque pienso casarme, y como mi esposo ha de ir por allí..no quiero que sepa... ya sabes...
Aquello era una locura... ni yo podía resignarme á ser aldeana ni tú servias para caballero... Pero no te enfades... comprende la razón...
Tú administrarás la finca á tu capricho... casate también... y no cuen-