Página:Amor y Pedagogía.djvu/24

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
20
MIGUEL DE UNAMUNO

Y ante el silencio de Sinforiano, que mira y calla, añade Carrascal rompiendo una nuez:

— ¿Que cómo lo demostraré? ¿Cómo? ¡Pues... con hechos!

— ¡Oh, los hechos! — suspira Sinforiano.

— ¡Los hechos...! — repercute Carrascal, y quedan ambos mirando á la patrona, que pasa con un flan para el Delegado, que come aparte, en su cuarto.

— ¿Están buenas las nueces? — les pregunta doña Tomasa.

— El hecho es que las más de ellas están huecas — contesta Carrascal.

— No puede ser, don Avito, porque son recientes y de veinticuatro perras celemín...

— No puede ser, señora doña Tomasa, ¡pero es! — responde con energía Carrascal.

Y así que ha despejado el campo doña Tomasa, yéndose envuelta en su prosaico vaho de cocina, Avito continúa:

— Con hechos, sí, amigo Sinforiano, ¡con hechos!

— ¡Oh, los hechos!

— Tiempo hace que maduro un vasto plan para llevar á la práctica mis teorías, aplicando mi pedagogía sociológica in tábida rasa...

— ¿Se va á hacer maestro?

— Algo más hondo.

— ¿Más hondo?