observador) depende de la situación y de la velocidad relativa del observador respecto a los lugares de donde habían salido las señales. Si el observador, es decir el origen y con él todo el sistema de referencia varía en dirección o magnitud su velocidad, las señales que antes llegaron al mismo tiempo ya no coincidirán más. Para determinar la distancia de dos puntos hay que distinguir dos casos: los puntos tienen la misma velocidad que el sistema de referencia o, en otras palabras, se encuentran fijamente unidos a él, o uno de los puntos o los dos puntos tienen velocidad diferente. En el primer caso los puntos no varían en su posición relativamente al observador y por eso la velocidad de éste no puede influir en la medición. En el segundo caso los puntos varían en cada momento en su posición respecto al sistema de referencia y una medición de la distancia tiene sentido, únicamente, considerando posiciones simultáneas.
Pero como hemos visto que el resultado de la determinación de la simultaneidad depende del estado de movimiento del observador, también dependerá de este estado el resultado de la medición de la distancia entre los dos puntos. Llegamos, pues, a la siguiente conclusión: cuando dos puntos se mueven respecto al sistema de referencia tanto las mediciones que corresponden a la determinación de su posición como las que se refieren a la determinación del tiempo que interviene en el movimiento observado, depende del estado de movimiento del sistema total. Por consiguiente las mediciones en el espacio y las mediciones del tiempo relacionadas con una misma cosa, es decir con el movimiento del sistema total, tienen que estar relacionadas entre sí.
Esta relación, matemáticamente expresada por las ecuaciones de transformación de Lorentz, nos da la causa de la vinculación misteriosa entre la cuarta coordenada y las otras tres en el sistema de Minkowski.
El problema de la sencillez y de la equivalencia en los sistemas de Galileo.–El principio restringido o especial de la relatividad admite ciertos sistemas de referencia para los cuales las leyes de la naturaleza adquieren un máximo de sencillez. Son todos los sistemas cartesianos, que efectúan translaciones uniformes. Un sistema de coordenadas para el cual vale la ley de inercia (establecida por Galileo y Newton) se llama un sistema de Galileo. Todos estos sistemas son equivalentes. Trataremos ahora de comprender la raíz de esta equivalencia y de la sencillez de la cual hicimos mención arriba. Fijémo-