202 ANTOLOGÍA DE LA POESÍA FEMENINA ARGENTINA
Tristeza al alma prendida cuyo misterioso encanto
de ternura indefinida,
nos hace errar por la vida acunando nuestra herida con la dulzura de un canto.
RUEGO (Póstuma)
Día por día
yo te pido, Señor
que hagas llegar hasta la sombra mía un poco de tu amor.
Que aquel que levantó su mano airada y me hirió sin piedad el corazón,
le envíes la bondad de tu mirada
de indulgente perdón.
Tal vez no fué maldad, tal vez la vida sus fibras de ternura no templó,
y su bondad aun sigue dormida esperando la luz que no llegó.
Yo te pido, Señor, dia por día
y yo confío en tu infinito amor;
que al que secó mis fuentes de alegría Tú le tornes mejor.
Que la pena que sufro por aquellos que en mi alma clavaron su aguijón se me trueque en ternura y la devuelva como una rosa blanca el perdón.