Alfonsina STORNI
Nació el 29 de mayo de 1892. Es oriunda de San Juan y residió mucho tiempo en Santa Fe.
En las revistas “Monos y Monadas” y “Mundo Rosarino", ambas de la ciudad de Rosario, publicó sus primeros versos, cuando contaba 17 años de edad. Encontrándose en esa ciudad, sintió atracción por el teatro e ingresó al elenco de la compañia que dirigía José Tallavíi, con quien intervino en la representación de varias obras. Empero, como su tempe- ramento no era para los convencionalismos de la escena, resolvió reanu- dar sus estudics y se inscribió en la Escuela Normal, donde en 1910 obtuvo el título de maestra. Luego se radicó en Buenos Aires, donde después de ocupar durante tres años un empleo comercial, fué nombrada por el Consejo Nacional de Educación.
“La inquietud del rosal”, su primer libro de versos, publicado en 1916, le valió un gran éxito de crítica. En 1917, la Biblioteca del Con- sejo Nacional de Mujeres le otorgó un premio por su poema “Canto a los niños”. Su personalidad comenzaba a perfilarse con relieves propios en nuestro ambiente literario y así, a “La inquietud del rosal” siguió en 1918 “El dulce daño”, obra que fué igualmente bien recibida. De este libro se hizo una reedición en 1920. En 1919 publicó “Irremediablemen- te”, y en 1921 “Languidez”, obra ésta con la que obtuvo el primer pre- mio en el Concurso Anual de la Municipalidad de Buenos Aires y otro premio nacional, representando ambos la suma de quince mil pesos.
En 1925 apareció su quinto libro de versos titulado “Ocre”, y en 1926 un pequeño volumen en prosa “Poemas de amor”, que fué editado por “Nosotros”. El 11 de marzo del mismo año hizo estrenar en el teatro Cervantes por el conjunto que encabezaba la actriz Fanny Brena, una co- media en tres actos titulada “El amo del mundo”, que motivó apasionados comentarios críticos. También ha realizado varias traducciones, entre las que recordamos la de las poesias en francés de la señora Delfina Bunge de Gálvez, que vertió al castellano y publicó en 1920 en “Ediciones Se- lectas América”, que dirigía Samuel Glusberg, y la obra “Pétalos de rosa” del autor italiano Folco Testena.
Se ha vertido al italiano parte de su obra y Francis de Miomandre le ha traducido varios poemas al francés.