466 ANTOLOGÍA DE LA POESÍA FEMENINA ARGENTINA
Calma este mar inmenso de mi vida Calma sus agitados vendavales *
Sus fieras olas de temibles males
Su indómito rugido, su furor.
Y haz que al caer la tarde, dulcemente, Pueda llegar a la serena orilla
Donde un iris de paz sereno brilla
En el regazo dulce de tu amor.
TARDE SERENA
La tarde se engalana de gasas y de rosas. Adorna su alba frente- fulgurante lucero, Glauca es su veste orlada de flores de romero, Su manto es de celajes y nubes misteriosas.
A su solemne paso cantan las rumorosas Voces de la fontana, del bosque y el otero, Y afina su garganta musical el jilguero Al ritmo palpitante del alma de las cosas.
Mas la tarde se aleja... Con su rosada planta Traspone los umbrales que separan al día De la noche profunda, y aprisiona y encanta El desmayo celeste de su melancolía. Y al nacer entre frondas de obscuro monte espeso Dicele adiós la luna con un místico beso.
PRIMAVERAL
Bulle en el ambiente plácida alegría, Dicen los rumores: ¡Salve primavera! ¿Oyes alma mía? ¡Princesa Quimera! ¡Señora Poesía! ¿Do estáis? Hoy de gala viste la pradera.