472 ANTOLOGÍA DE LA POESÍA FEMENINA ARGENTINA
en desfiles eternos
por el prisma dorado
de unos cálidos versos. He sabido que en mares de trajin sempiterno,
hay palacios de oro
y alcázares de ensueño; he tenido las ondas apretadas al pecho,
para sentir caricias palpitando en los senos... Los mundos han estado de mis manos suspensos, con sólo aproximarlos
al prisma de mis versos. No sé cuántos minutos fué el espejismo cierto, pero sé que el milagro fué una llama en el cuerpo.
IMPOSIBLE
Yo quisiera un verso sin rima ni metro, como este cansancio que tengo en el pecho; diría las cosas que no tienen nombre
en versos sin versos,
cantara el perfume de cosas lejanas, perfumes sin flores, aromas de cielo, figuras que al aire no vieran mis ojos por ser sin reflejos...
Yo tengo un cansancio metido aquí dentro, que acaso es un sueño,
sin rima ni metro,
quisiera escribirlo en páginas blancas
de mudos silencios.