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ELENA AVELLANEDA 79
¿Qué quiso la sombra que apenas un punto flotó por el piso?...
¿Qué fué la presencia?...
El lloro, ¿qué quiso?...
Por respuesta un algo me cerró la puerta... se cayó un retrato
y un gélido soplo
vagó por un rato...
Un pánico agudo tembló en toda mi alma, me volví en el lecho
y vi que la angustia
se entraba en mi pecho.
Estuve dos horas luchando con ella y cuando creía
que al negro vestiglo
en fuga pondría,
noté que bailaban los torvos fantasmas del presentimiento,
en la alcoba abierta
de mi pensamiento...