Página:Anton Chejov - Historia de mi vida - Los campesinos.djvu/475

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

88

guearon de lo lindo. Cantaron, gritaron, juraron. El que más gritaba era Zichkov hijo.

En Obruchanovo, sus familias no podían conciliar el sueño y estaban muy inquietas. Rodion daba vueltas en la cama y pensaba:

—Han hecho mal. El ingeniero se enfadará y querrá vengarse... Además, es injusto lo que han hecho con él... Ha estado muy mal.


Un día, cuando Rodion y otros campesinos volvían del bosque, se encontraron con el ingeniero. Llevaba una blusa roja y botas altas. Seguíale un perro de caza, con la purpúrea lengua fuera.

—¡Buenos días, amigos!—dijo.

Los campesinos se detuvieron y se quitaron la gorra.

—Hace tiempo que busco una ocasión de hablaros, amigos míos—continuó—. He aquí de lo que se trata: desde principios del verano, vuestro rebaño se pasea por mi bosque y por mi jardín. Se come la hierba, estropea los árboles. Los cerdos me han puesto hechos una lástima el prado y la huerta. Les he rogado muchas veces a los pastores que tuvieran cuidado, pero no han hecho caso y me han contestado muy mal. Constantemente vuestras vacas y vuestros cerdos me están perjudicando, y, sin embargo, no os reclamo nada; ni siquiera me quejo, mientras que