agricultura y aficionado á los campos, como Virgilio cuyas geórgicas y églogas sabia de memoria, aceptó con gusto la dirección de una colonia de estrangeros, establecida en la chacarita de los colegiales en donde el nombre del Rector Chorroarin debía salvarse del olvido según las intenciones del decreto de 25 de Setiembre de 1826. Bastóle este delito para que pasada la Presidencia se le dejase morir en la oscuridad y en la miseria.
Muchos porteños distinguidos en las letras, en la magistratura y en la diplomacia, y que han prestado eminentes servicios á la patria fueron condiscípulos del Sr. Rivadavia.
Educáronse con él, el inspirado autor del himno nacional, fundador del Departamento Topográfico y creador de la estadística entre nosotros, Dr. D. Vicente López: el que supo fundir cañones, dispararlos con valentía y coronarse con laureles tan inmortales como los del héroe, cantando la Libertad de Lima, D. Esteban de Luca: el elocuente orador en el pulpito y en la tribuna parlamentaria, Dr. D. Julián Segundo de Agüero: el que fué digno de arrancar con sus virtudes á la lira de D. Juan Cruz Varela una de las mas entonadas elejias de la musa argentina, Dr. D. Matías Patron....
Todos estos conocieron al Sr. Rivadavia en la intima familiaridad de las aulas, sin que pudieran