Página:Apuntes Biográficos.djvu/247

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
— 245 —

emplumadas para espantar al sueño y la pereza, remedando un campo sembrado de cañas silvestres que se erguien, pasado el viento que las dobló. Sobre la cumbre de una eminencia, Iguazú, contemplativa, derramando en ondas fluctuantes el cabello, vé desaparecer á lo lejos aquel ejército al que van incorporados sus deudos y á cuyo frente camina Aimbire. Ya trepan una colina, ya descienden á un precipicio, finjiendo los guerreros á la distancia arbustos débiles en medio á los robustos troncos de la selva. La melancolía la tiene aprisionado el corazón. En los verdes ramos de un árbol inmediato, el saibá, el ruiseñor del Brasil, modula canciones de amor y de dulces recuerdos. — "Canta, la dice entonces el poeta, canta, virjen del bosque, virjen de ojos negros, bella Iguazú. El canto que desde el alma se levanta al cielo, mitiga inmediamente las angustias del corazón que llora. Acompaña al dulce saibá que te convida."

La hija del desierto prorrumpe en estas endechas:

Vedme aqui sola de mi padre ausente,
ausente del querido bien amado;
como tórtola viuda solitaria
en desierto arenal su mal llorando.