de su gobierno, la adopción por el de las Provincias Unidas "de una conducta política cual convenía al nuevo orden de cosas" de la España.
Fué entonces y en mérito de tan complicada situación, que se acordó por el gobierno la misión diplomática de los Sres. Rivadavia y Belgrano cerca de los gabinetes de Madrid, Paris y Londres. En 1814 debieron partir estos señores del Río de la Plata, y no seria sin emoción que al llegar á la línea que separa al globo en dos hemisferios, tocaron con el inmenso sepulcro de su predecesor y nuestro primer plenipotenciario en el estrangero.
El título diplomático de aquellos señores era el de Diputados del gobierno de las Provincias Unidas, y los objetos de su misión de la mayor importancia, pues, usando de las palabras de un distinguido actor en los sucesos argentinos de aquella época, "se dirijian á ganar tiempo y prevenir los resultados de una invasión; objetos, añade, que se hallan especificados en las actas del Consejo de Estado, después de aprobadas por la soberana Asamblea Jeneral Constituyente."
Esta aseveración está de perfecto acuerdo con el testo de una nota oficial del Sr. Rivadavia, datada en Perpiñan á 19 de Agosto de 1816, en la cual dice á su gobierno: "En mi propartida de la corte de Madrid recibí el diploma de 19 de Febrero último,