igual clase, en Londres, en 1841 con el título de Cancionero de obras de burlas provocantes á risa.
El Arte de las putas quedó incompleto: en los últimos versos se promete un canto V, que según toda probabilidad, ni compuso ni pensó en componer el poeta. Las dimensiones que hoy, tenía en 1777 cuando fué puesto en el Indice, y entonces ya no se curaba D. Nicolás de trabajos de esta naturaleza.
Y aquí debíamos de terminar esta advertencia, porque no es fácil disculpar al autor que, como Moratín, se entretiene en escribir semejantes obras. Pero no podemos menos de declarar que la presente dista mucho de parecerse á las que hace brotar la perversidad moderna. Es el de Moratín un poema brutal y grosero; pero no creemos que peligroso: el tono zumbón é irónico que domina en todo él le hace parecerse más á aquellas composiciones que en nuestro antiguo Parnaso se llamaban de burlas, que á las que produjo
