no ha habido crimen en el asunto, ni nadie ha sufrido daño á no ser la pérdida del ganso, me parece que ha desperdiciado usted su energia esta vez.
Sherlock Holmes había abierto la boca para contestar, cuando la puerta se abrió bruscamente y Peterson, el comisionista, se precipitó en el cuarto con el rostro enrojecido y la expresión de un hombre presa del mayor asombro.
—El ganso, señor Holmes! El ganso, señor!tartamudeaba.
—Eh! ¿Qué le pasa? ¿Ha resucitado y se ha volado por la ventana?
Diciendo esto, Holmes se incorporó en el sofá, para ver mejor la agitada cara del hombre.
—¡Mire usted, señor; mire usted lo que mi mujer ha encontrado en el buche del ganso!
Extendía el brazo, y enseñaba en el medio de la palma de la mano, una chispeante piedrą azul, un poco más pequeña que un poroto, pero tan pura y radiante, que parecía una chispa eléctrica.qd non pode Sherlock Holmes se sentó y dió un silbido.
—Por Júpiter, Peterson—dijo,—lo que ha en contrado usted es un tesoro. Supongo que usted sabe lo que es eso?
Color of —Un brillante, señor; una piedra preciosa!
—Es más que una piedra preciosa. Es la piedra preciosa.
GH to en ¡No será el carbunclo azul de la condesa de Morcar!—exclamé.
AL GEBEDOA
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