(achaque crónico y epidémico de los poetas), resaltan bien sino de la plenitud de cosas que dice del oro, y que se suprimen aquí por amor a la brevedad.
En resolución, su librito de usted, titulado Azul... nos revela en usted a un prosista y a un poeta de talento.
Con el galicismo mental de usted no he sido sólo indulgente, sino que le he aplaudido por lo perfecto. Con todo, yo aplaudiría muchísimo más, si con esa ilustración francesa que en usted hay, se combinasen la inglesa, la alemana, la italiana, y ¿por qué no la española también? Al cabo el árbol de nuestra ciencia no ha envejecido tanto que aun no pueda prestar jugo, ni sus ramas son tan cortas ni están tan secas que no puedan retoñar como mugrones del otro lado del Atlántico. De todos modos, con la superior riqueza y con la mayor variedad de elementos, saldría de su cerebro de usted algo menos exclusivo y con más altos, puros y serenos ideales: algo más azul que el azul de su libro de usted; algo que tirase menos a lo verde y a lo negro. Y por cima de todo, se mostrarían más claras y más marcadas la originalidad de usted y su individualidad de escritor.