merció establecidas en la República no son consecuencia de la oferta y la demandu de oro que se hoce por necesidodes finoncieros, comercieles ú otrus que tengan propósito concilinble con los derechos que las leyes acuerdan á los hobitantes de la nación, y que, por el contrario, la gran parte de las operaciones, tienen por úniro fin un juego i diferencias, si me es permitido la expresión, que la ley condena como condena todo juego de azar y que en este caso debe especialmente perseguir, porque con sus manifestaciones ateca el derocho de cada uno y mnenoscabe todos los intereses y todas las forlunas.
Tomo para hacer evidente la verdad que ofirmo, las opernciones lHamadas de oro realizndos en lo Bolsa de Comercio de esta Capital y en el Centro Comercial del Rosorio, durante el mes de Febrero que ecabe de transcurrir.
En la primera Be han hecho operaciones por valor de más de 66.000,000 de pesos oro y en la segunda por más de 24.000,000 de pesos oro.
Es decir, en esas dos bolsas solomente, se ha hecho una demunda al stock de oro que tiene el peis, que sube i la fabulosa suma de 90.000,000 de pesos oro, y las Bolsas han onunciado en su pizarra dinriamente que se ha vendido esa suma y han alterndo diariamente el valor relativo de la monede de papel, llegando á deprociarle por el tomaūo de la demonda de oro, hasta el 158% con relación al valor del oro 1! Entre tonto, señor Presidente, el dia que se han liquidado esas operaciones al fin del mes de Febrero, loda la Noción ha podido ver que en vez de comprodores por 90.000,000 de pesos oro, ha hahido apenas por menos de 5.000,000 oro, que ha sido la suma en monede de oro efectivo que se ba cambiado por hilletes de banco en las Bolsos.
